Por El Informante
Y todo para qué
Después de tantísimo derroche de recursos, energía, tiempo y palabrería en las campañas de las llamadas “corcholatas” morenistas, hoy podemos cantar esa canción del grupo Intocable titulada “¿Y todo para qué?”.
Para qué tanta alharaca, para qué tanto desgaste, para qué tanto acarreo, para qué tanto zipizape, grito y sombrerazo, si al final del camino, pasó lo que tenía que pasar, lo que estaba programado que sucediera, sin giros inesperados o caballos negros que le pusieran un poquito de emoción al asunto.
Sin sorpresas: Es Claudia porque desde el principio y en todo momento fue Claudia. Aquí no hubo moneda en el aire.
Claudia Sheinbaum partió como la amplia favorita y desde el primer momento contó con la bendición del presidente Andrés Manuel López Obrador. La incógnita estaba en si Marcelo Ebrard se le podría acercar lo suficiente como para pensar en rebasarla, pero casi nadie creyó que eso pudiera suceder.
Marcelo se prestó al juego sabiendo que el piso no estaba parejo y hoy se topa con la cruda realidad. Más patético aún el papel del mandamás de Bucareli, Adán Augusto López, que de plano entró de comparsa y aunque más de uno lo veía como el favorito real del Presidente, desde el principio se supo que no tenía ninguna posibilidad.
Por lo que respecta a Gerardo Fernández Noroña, Ricardo Monreal o Manuel Velasco, era obvio que solo acudieron para cumplir con las formas y engrosar la pantomima democrática; tal vez ser tomados en cuenta para un futuro cargo u otra candidatura. Pronto lo veremos
En fin, no hay sorpresas, Claudia es la ganadora pero está lejos de salir fortalecida por este confuso y turbio ejercicio que poco tuvo de democrático. Claro, la cargada morenista le levantó el brazo y ahora hace fila para el besamanos, pero la ex Jefa de Gobierno de la CDMX no llega en caballo de hacienda a la elección presidencial y esta sui generis precampaña con bendición y dedo cargado le significó más desgaste que empoderamiento. Y todo para qué.
Está molesto
Ahora, antes del conteo del martes y el resultado anunciado el miércoles, la única moneda que realmente quedaba en al aire era saber si Marcelo Ebrard tragaría sapos sin hacer muecas de asco y aceptaría calladito y disciplinado el resultado desfavorable.
Ebrard y su equipo ya se estaban poniendo el huarache antes de espinarse, pues desde un día antes de que se diera a conocer el triunfo de Claudia ya denunciaban irregularidades en la selección y el ex canciller advirtió que no se quedarían callados y defenderían la legalidad en el proceso morenista.
La incógnita sigue, porque es un hecho que anoche el celular de Marcelo sonó muchas veces y las ofertas no faltaron. Morena y la facción claudista tendrá que ceder parte del pastel y darle algo más que champú al ex canciller y los suyos, antes de que Dante Delgado lo fiche como candidato del Movimiento Ciudadano, especialmente luego de que Luis Donaldo Colosio Riojas dijo que de plano él no le entraba a la presidencial del 2024.
Pues bien, Ebrard fue más allá, se dejó ir contra el proceso de selección, contra el líder de Morena, Mario Delgado, y el del Consejo Nacional, Alfonso Durazo, a quienes tachó de “cobardes”, pidió un nuevo proceso de encuesta, y comparó a su actual partido con el anterior en el que militó, luego de que una de sus colaboradoras fue sacada por la policía: “Cada vez se parecen más al PRI de antes, ¡qué tristeza!”, dijo de la dirigencia morenista.
Ebrard, quien en un proceso electoral anterior se hizo a un lado para dejar pasar a Andrés Manuel López Obrador sin obstáculos hacia la presidencial, seguramente siente que lo traicionaron. Lo cierto es que, sin el apoyo de AMLO, el ex canciller –al igual que Sheinbaum- tiene nulas posibilidades, así se vaya con MC o tome otro rumbo. Además, ya con Xóchitl Gálvez al frente de la oposición, las puertas se le han cerrado y su futuro político luce incierto.
De hecho,
Ni su nombre dijo
Y bueno, en el nombramiento de Claudia Sheinbaum como coordinadora nacional de la defensa de la cuarta transformación (una forma de decir “candidata presidencial” con más palabras), Marcelo Ebrard no estuvo presente.
Así las cosas, una muy emocionada Sheinbaum agradeció a cada uno de sus competidores, excepto Ebrard, a quien ni siquiera nombró pero a quién si le tiró piedrita al hablar de la importancia de mantener la unidad.
Ahora, algo que habrá que ver también es si Claudia Sheinbaum, la coordinadora de la 4T, la que cerró diciendo “Es un orgullo estar con Obrador”, cambiará a la hora de ser oficialmente candidata a la presidencia por Morena, o se mantendrá, como muchos suponen, como alguien que sigue las instrucciones de AMLO.
La señora Presidenta
Ya se sabe que en la política mexicana suele haber ases bajo la manga y factores imponderables, pero si en el próximo año no sucede algo radicalmente anómalo fuera de todo pronóstico, todo indica que México tendrá Presidenta en 2024.
Justamente cuando se cumplen 200 años de la toma de posesión del primer Presidente de nuestra historia, la silla del águila cambia de género.
Fue en 1824 cuando Guadalupe Victoria juró como primer Presidente constitucional de la recién nacida República y tuvieron que pasar dos siglos para que una mujer llegara a Palacio Nacional. Cierto, falta un buen trecho por recorrer y del plato a la boca se cae la sopa, pero si nada anormal sucede, una dama llevará la banda tricolor en 2024.
Porque digan lo que digan, aquí nomás hay de dos sopas: o es Claudia Sheinbaum o es Xóchitl Gálvez. No hay que buscarle tres pies al gato. Una de ellas dos será la próxima… y primera Presidenta de México. Como aquella canción de Mecano: Mujer contra mujer.
El club de Toby tendrá que irse de vacaciones un tiempo. Las encuestas dicen que la favorita es Claudia, pues además de llevar cinco años promoviéndose, contará con todo el aparato oficial que operará una elección de estado, usando a su favor los programas del Bienestar, el aparato de control y la estructura territorial del gobierno, sin descartar la hostilización e intimidación de adversarios.
La mala noticia para Claudia, es que aunque parte como favorita, el crecimiento que ha tenido Xóchitl Gálvez en los últimos dos meses es algo fuera de toda proporción.
Antes del verano Xóchitl ni siquiera figuraba en las quinielas de los apostadores y su nombre no formaba parte del mapa electoral mexicano, pero en menos de dos meses arrasó como un ciclón en el frente opositor logrando la impensable declinación de Santiago Creel y el abandono del PRI a su candidata Beatriz Paredes.
De la noche a la mañana Xóchitl se convirtió en la figura que tanto necesitaba la oposición y lo único seguro es que será una guerra sin cuartel, pues aunque la base morenista sigue siendo enorme y es aguerrida y fanática, también es cierto que los opositores a la 4T se han multiplicado en todo el país y Claudia está lejos de tener el carisma de AMLO.
Como decían los romanos: Alea Jacta Est. La suerte está echada. Ahora sí, agárrense fuerte porque viene lo bueno.
Candidatean a Capella
El que tiene una asombrosa capacidad de colarse como la humedad las posiciones más inesperadas, es el abogado Alberto Capella Ibarra. Con un historial como mandamás de seguridad en Tijuana, Morelos y Quintana Roo, Capella Ibarra vuelve por sus fueros y ahora resulta que es la carta del PRD para la Presidencia Municipal.
Así lo anunció su dirigente Omar Sarabia Esparza. El partido del sol azteca irá en coalición con el PAN y el PRI en 2024 y dado que azules y tricolores aún no apuntalan a sus gallos, el orinegro decidió apostar por el madruguete y destapar a Capella.
Claro, falta que lo quieran priistas y panistas, pero con este destape sin duda Capella asegurará una posición privilegiada en la planilla.
¿O le entrará también?
Ah, pero hay más al respecto. Por los rumbos del PAN y del Frente Amplio se comenta que un grupo de empresarios y líderes de la sociedad civil, están convenciendo a Antonio Valladolid Rodríguez para que acepte participar y coordinar los esfuerzos para ser un candidato fuerte a la alcaldía tijuanense que de buenos resultados electoralmente.
Toño desde sus inicios en política, fue secretario auxiliar del gobernador Héctor Terán Terán, por allá en la segunda mitad de la década de los 90, y siempre se ha caracterizado por apoyar las causas y los candidatos de Acción Nacional.
¿Tendrá lo que se necesita para lograr vencer a la gran máquina guinda? En las últimas elecciones por la presidencia municipal, en el 2021, el ex alcalde panista Jorge Ramos Hernández, fue aplastado por la actual alcaldesa, Montserrat Caballero Ramírez, con 27.80 por ciento de los votos para el primero, 48.56 por ciento para la morenista. Y ciertamente Ramos era entonces un político mucho más conocido que Montserrat.