Por Juan José Alonso LLera
“No te preocupes por el fracaso. Sólo debes acertar una vez”.
Hay dos habilidades básicas que tiene que desarrollar cualquier director de empresa, la primera es la toma constante de decisiones, esta acción lleva implícita la responsabilidad, donde a su vez trae aparejada tres líneas de compromiso: eres responsable de la decisión, de las consecuencias y de la omisión de no tomar acciones; la segunda es, el mando de gente, aquí se necesita la formación del juicio y el criterio, para poder gobernar bien a otras personas.
La dirección es una función, no se trata de un puesto: claro, podemos afirmar que es una función que normalmente realiza el director, pero también dirige un gerente o un jefe de departamento, o un maestro de escuela y, por supuesto, un ama de casa.
Normalmente, la dirección tiene que ver con conducir a un grupo de personas a un objetivo determinado; un objetivo que busca la organización y también quien dirige y simultáneamente, se trata de un objetivo que se encuadra de alguna manera a los intereses u objetivos individuales de quienes son dirigidos (si no fuera así, ¿por qué lo harían? Algo de beneficio deben de obtener al realizarlo, así sea solo el salario, pero, sobre todo, la oportunidad de desarrollarse como personas, mediante el trabajo).
Dirigir implica diagnosticar, decidir qué hacer y hacerlo: comúnmente se relaciona el dirigir con el saber prudencial; se trata de diagnosticar la situación (en función de la información con que contamos, nuestros conocimientos y nuestra experiencia) para posteriormente decidir qué hacer (cuál de las opciones tomar) y, finalmente, llevar a cabo esa decisión.
Es un saber que depende de la persona (obviamente, es su inteligencia la que diagnóstica y decide) en situaciones donde aparentemente y realmente no se cuenta con toda la información y estos tres pasos se repiten muchas veces, no a la semana, sino al día. El director los va siguiendo, siempre con la mira puesta en alto, a lo lejos, pero también preocupado por la situación actual.
¿Dirigir o resolver problemas? Es el título de una sesión acerca de dirección de empresas que imparto en diferentes lugares. En dicha sesión, el director del caso estudiado tiene que resolver una serie de problemas que ponían en “peligro de muerte” a la empresa que acababa de recibir; podría entonces pensarse que dirigir era resolver problemas, pero es algo que va más allá. El mismo protagonista del caso, al ir resolviendo los problemas, iba cimentando una organización más firme, más sólida de cara al futuro.
Dirigir es una cualidad que no todos poseen. Se requiere de un Factor “X” que quienes lo tienen, pueden mejorarla: la cualidad de dirigir es escasa. Podríamos compararla con las habilidades artísticas, como sería el caso de un pintor, o de un concertista. Se requieren cualidades, pero también es indudable que en la inmensa mayoría de los casos se requiere practicar, ensayar y prepararse. Bien sabemos que el genio solo no basta si no va acompañado del esfuerzo, de la disciplina, de la fortaleza y de la pasión por obtener buenos resultados.
Dirigir implica también asumir tres roles distintos:
- Estratega
- Constructor de Organizaciones
- Ejecutor
Casi simultáneamente. Un buen director asume siempre estos roles. Por un lado, es el estratega de la organización, que define a dónde hay que llegar, cómo se va a llegar ahí y con qué recursos se logrará alcanzar esa meta. Por otro lado, como un buen arquitecto, va construyendo la organización; va consiguiendo (y asignando) recursos, va creando la cultura de la empresa y, sobre todo, va logrando que la empresa vaya desarrollando capacidades que le permitan alcanzar los objetivos que se propuso.
Finalmente, es un buen ejecutor que va dando seguimiento a las actividades necesarias para llevar a cabo la estrategia y construir la organización. Si bien podemos definir al director como al responsable del funcionamiento y los resultados de la organización, hay que tener siempre en cuenta que para lograr buen funcionamiento (y sobre todo resultados) constantemente asume los tres roles que comentamos.