Viaje de lujo, aventuras fifís: Alta mar

Por El Recomendador

Esta serie española se anuncia así: “Dos hermanas descubren perturbadores secretos de familia, después de enterarse de misteriosos asesinatos ocurridos en un lujoso crucero que sale de España y va a Brasil, esto a final de los años cuarenta. Sus creadores son Ramón Campos y Gema R. Neira.

El reparto lo integran Ivana Baquero, Jon Kortajarena, Alejandra Onieva y muchos actores más. Son dos temporadas de ocho episodios cada una. Se estrenó en 2019 y ha tenido, sin duda, un éxito de audiencia. Y es que prácticamente a todos nos fascina imaginar un viaje de lujo y nos adherimos al asiento cuando ocurren crímenes intrigantes y dos jóvenes guapas que, en la flor de su vida, van descubriendo un pasado escandaloso que parece incluir el asesinato de su padre.

¿Cómo armar este tipo de episodios aventureros? La cosa parece muy sencilla, pero no lo es. El relato debe cocinarse con una época nostálgica como lo sería el final de la cuarta década del Siglo XX, recién terminada la 2ª Guerra Mundial. Y digo época nostálgica para aquellos que no sufrieron directamente los horrores de esa guerra. El que esto comenta era un niño mexicano que nunca se imaginó ni las hambres ni los bombardeos terroríficos que se dieron. De lo único que se recuerda son las fascinantes canciones que vienen de esos años.

Otro ingrediente obligado es una familia rica con dos hermanas muy imaginativas, audaces, inocentes y soñadoras. Finalmente, la sensación de estar en un crucero de lujo es uno de los sueños más anhelados de la gente común y corriente.

Pero estos elementos de una apasionante historia se topan con la mixtificación de una época que es muy mal conocida por los argumentistas. Entonces, empiezan a simplificar las cosas y no pueden redondear bien ni el nudo ni el final de su relato. Abundan los anacronismos y las piezas sobrantes del rompecabezas de enredos que no embonan entre sí.

Pero el espectador, que ya está capturado por la obsesión de saber el final, ya no le importan esos detalles. También se suele objetar ninguna motivación absurda para los crímenes: las mayorías de que formamos parte una vez que ya probaron lo que le da sabor al caldo, se empalagan con la hipotética cereza del pastel.

Una de las hijas es una muchacha que intenta ser escritora y que se enamora del oficial marino que es galán. Trepados ya en el crucero de lujo probamos todos banquetes, y bailamos todos los bailes en el bien montado cabaré. Indudablemente que el montaje, la fotografía, los decorados, el vestuario, el maquillaje, la peluquería, los efectos visuales son todos ellos de alto nivel.

Un sagaz crítico resume su percepción: “…mucho ruido y pocas nueces”; “mucho lujo, pero después cuesta un mundo que la trama enganche y los personajes resulten cercanos y creíbles.
Una pena, aunque se deja ver. Lo mejor, la producción, impecable. Lo peor: No engancha y no ofrece nada realmente interesante”.

Otro crítico muy exigente dice que lo único bueno son los decorados. Otro más descalifica la serie porque no aporta nada nuevo a las series de épocas del estilo ‘Velvet’.

Predomina, sin embargo, el criterio de que esta serie de TV española se deja ver.