Trampas Narrativas

Por El Recomendador

Uno escoge lo que ve: “La gente elige usar los medios de comunicación con fines buenos o malos, de un modo bueno o malo”. Pero no sólo está el aspecto moral en el uso recreativo de lo que elegimos mirar, hay también retos para nuestra inteligencia.

En la entrega de hoy, vamos a analizar algunas trampas flagrantes a nuestra inteligencia, en una serie muy bien producida y que refleja la inquietante vida de los ricos de Nueva York.

(Claro que también existe la opción que recomienda un amigo mío:  ̶ ¡No, no analices nada, tú diviértete e idiotízate, y ya!).

The Undoing, (La ruina), 2020. Serie norteamericana con seis episodios, disponible en HBO. Actores prestigiosos, glamur posmoderno, y la clásica intriga: ¿quién será el asesino? Buen director.

En fin, todo parecía indicar que se trataba de una aventura sensacional. Pero no. Se plantean al espectador varias trampas narrativas que al final decepcionan. Si a usted no le importan las trampas, siga adelante y vea la serie. Si desea que le transparenten algunas de las trampas que usted mismo descubrirá, pero sin narrarle el desenlace, siga leyendo.

Los dos primeros episodios plantean una intriga que engancha a casi todos: Una guapa esposa con un matrimonio feliz y con un hijo muy inteligente, se encuentra, de repente con que su esposo desparece y, más tarde, se convierte en el sospechoso único del asesinato de una muy hermosa mujer.

Como el marido es un médico que cura niños cancerosos, la intriga, se insinúa en que todos nos empeñemos en descubrir a otro asesino. Pero poco a poco, lo que sigue nos va decepcionando.

Estas son algunas de las trampas: Sólo hay un sospechoso, que huyó después del crimen y que el ADN hallado en la escena del crimen muestra que tuvo relaciones sexuales con la víctima occisa poco antes de su muerte. El suegro multimillonario que aborrece a su yerno, una esposa que decide la separación definitiva ante la traición de la infidelidad, pero mantiene una espiral de dudas no se decide si seguir sospechando o si su papel sería apoyar a su marido negándose a tenerlo como un asesino. La pobre Grace (Nicole Kidman) no sabe qué hacer y pedir a su padre que ponga dos millones de fianza y a conseguirle una muy potentedefensora.

Hacia el final del segundo episodio el relato va por rumbos que no conducen a nada, a pesar de ser la esposa engañada una psicóloga con doctorado. El marido infiel se ve primero en la cárcel; pero luego, el caso se da a una defensora sensacionalista que basa su defensa en la duda razonable: ¿Cómo un médico que cura niños cancerosos y es muy tierno con ellos, por más que sea un adúltero e infiel, podría tenérsele como un asesino? Lo que pasa es que la policía no investiga bien.

Los giros subsecuentes carecen de ingenio: un suegro ridículo que amenaza con fornicarse a quien lo defraude, es el clásico macho del imperialismo. A pesar de que se trata de una serie nominada a premios, coincidimos con un crítico al que le resulta difícil creer cómo tan buen reparto y dirección den con un resultado tan flojo y malo.