The Great Resignation

Por Héctor Fernando Guerrero Rodríguez

The Great Resignation es un término acuñado recientemente y por primera vez por Anthony Klotz, profesor en administración de la Texas A&M University. Con esta idea predecía con gran acierto el gran número de personas que estarían dejando sus empleos una vez que las condiciones de la pandemia pudieran controlarse, si no de manera total, al menos en gran medida que permitieran regresar a la “normalidad”.

Las condiciones laborales pre-pandémicas eran en términos generales más bien las mismas que habían prevalecido por décadas de manera tradicional. Conceptos como el trabajo a distancia y sin ataduras a un horario fijo, aunque no eran nuevos, seguían inmersos en una serie de prejuicios por parte de los dirigentes de las empresas.

Con la llegada de la pandemia, como parte de una serie de acciones de sobrevivencia tuvo que haber una especie de apertura forzada a este esquema de trabajo. La tecnología para hacerlo tuvo a su vez también que mejorar de manera cuántica sobre la marcha. Lo anterior sin mencionar la cantidad de despidos que tuvieron realizar algunas empresas. Aunque varios líderes expresaron que una vez que esto pasara todos regresarían a las oficinas, muy lejos estaban de saber que el control no lo tendrían del todo ellos, sino los mismos empleados.

En la actualidad, ya en mitad de este año 2022, cuando el uso del cubre bocas es mayormente opcional y los casos de contagio no son en su mayoría lo grave que solían ser durante el 2020, nuestro vecino del norte ya está experimentando una de las más graves secuelas laborales de Covid 19 predicha en su momento por el profesor A. Klotz. Ya están sucediendo un gran número de renuncias de personal que busca condiciones de empleo que le permitan un mejor balance de vida y que no estén atados a una ubicación y horario específico.

Pudiera parecer pretensioso de parte de colaborador, pero en el mercado laboral como en muchos otros, lo que prevalece es la oferta y la demanda y, al haber una gran necesidad de trabajadores, pero la oferta consiste principalmente en aquellos que quieren laborar de manera remota, varias las empresas han tenido que adecuar su modelo de operación para ser atractivos ante el candidato. Quienes no lo han hecho se están enfrentando a serios problemas de atracción y retención de talento.

Nuestra región se ha visto por varios años expuesta a una escasez de personal por otras razones y en puestos básicos mayormente. Sin embargo, el “Great Resignation” de Estados Unidos ha empezado a impactar en la retención de colaboradores a nivel profesional ya que, ante la renuencia del trabajador norteamericano de acudir a laborar a un lugar específico con un horario determinado, las compañías han puesto sus ojos en regiones industriales en nuestro país en elementos altamente capacitados, bilingües y sin ningún problema de presentarse a la oficina “como se hacía antes”.

Después de todo son sólo 40 horas contra las más de 50 que realmente se trabajan en México, en ciudades con mejor infraestructura que con la que se vive día a día en la mayoría de las ciudades de nuestro país, sin mencionar la oferta de ser patrocinado con el permiso para trabajar y residir legamente incluyendo familia. Ahora el reto será para el empresariado regional de poder retener a su talento clave ante las posibles ofertas que reciban de emigrar EE. UU. de manera legal. Ofertas con las que seguramente será muy difícil competir.