Seis décadas: La visión y el esfuerzo en comunión

Por José A. Ciccone

Sesenta años son mucho más que 720 meses y que el tránsito de tres generaciones, cuando se llega a cumplir esta edad en una industria de movimientos constantes como la radiotelefonía, el premio al esfuerzo llega tarde o temprano, por merecimiento propio, por trayectoria profesional demostrada en el Noroeste del país, por encarar este negocio con seriedad y responsabilidad, no por azares políticos y mucho menos por prebendas de nadie.

Me puso particularmente feliz el momento en el que el preclaro Senador Ricardo Monreal Ávila, -dicho sea de paso, un hombre con todas las luces encendidas cuando la política parece más oscura que nunca-, puso en manos del Ingeniero Luis Carlos Astiazarán Orcí, Director del Grupo Uniradio, el histórico reconocimiento a esta firma, donde por primera vez, el Senado de la República abrió sus puertas para este tipo de eventos que resulta un orgullo para nuestra Baja California y todos los que de alguna forma, junto a un auditorio millonario en oyentes de esta magna región, somos parte viva de esta historia.

En toda esta algarabía por la buena noticia, es menester recordar quién fue y es hoy, para fortuna de su familia y amigos, el hombre que supo crear esta organización modelo de la radiotelefonía mexicana, Don Gustavo Astiazarán Rosas, quien guiado por su inteligencia e instinto creativo, además de su concepción del orden, creó esta empresa, supo integrar y despertar el interés de dos hijos suyos, Luis Carlos y Ricardo y todo un valioso equipo de profesionales de la comunicación y el entretenimiento, que lo acompañan en esta aventura con perfiles de negocio exitoso, aportando nuevas ideas y proponiendo renovados planes.

Hay nietos que también se unieron al proyecto, completando una trilogía generacional familiar, aportando frescas visiones para este medio, incorporado decididamente al terreno digital, que extiende su comunicación abarcando redes sociales a través de las plataformas del Grupo, reforzando su credibilidad en el público, justo en este momento donde dudosos comunicadores confunden al receptor con noticias no comprobadas como veraces, ni citan fuente alguna para que, por lo menos, se establezca un endoso de seriedad a lo emitido.  

Es claro que en todo este camino exitoso iniciado por Don Gustavo, pienso que un gran apasionamiento lo acompañó en el momento cumbre en que tomó la decisión de comenzar ese sueño, que el tiempo y la dedicación se encargaron de transformarlo en realidad.

Las consecuencias de aquella pasión las vemos hoy reflejada en esta gran empresa, con notables visos de futuro, un enfoque claro de lo que vivimos todos los días, el acercamiento con los oyentes fieles a las estaciones -que además representan la esencia de que existan las empresas, porque sin ellos nada es posible-, más una actualización que llevan las nuevas generaciones dentro de Uniradio, que le transmiten al jefe mayor, la seguridad de haber cumplido con lo que él sigue viendo consolidarse y también como una forma de darle las gracias permanentes a quien supo surcar acertadamente el camino y liderarlos.

Mi amistad de tantos años y mi respeto perenne a su figura, me permiten decirle: FELICIDADES GUSTAVO, disfruta mucho este momento, Dios sabe lo que hace.