Por Israel Ibarra
La propuesta de Reforma Hacendaria del presidente Enrique Peña Nieto va más allá de la homologación del IVA en la frontera para los bajacalifornianos y los mexicanos. Su impacto llegará a muchos grupos que durante décadas habían permanecido exentos de algunas tributaciones y ahora tendrán que enfrentarlas.
Para el doctor Eliseo Díaz González, investigador del Departamento de Estudios Económicos de El Colef, la Iniciativa presentada por el Ejecutivo Federal es muy amplia y los principales impactos no vienen de la homologación del IVA.
Uno de los principales aspectos es que la Secretaría de Hacienda quiere con la Nueva Ley del Impuesto Sobre la Renta evitar las prácticas de las empresas multinacionales que bajan la base gravable y afectan la recaudación, como sucede con algunas empresas maquiladoras.
“Están poniéndose muchas restricciones al pago de terceros relacionados en el extranjero… pueden estar realizando prácticas de simulación para reducir sus utilidades”, explicó.
La eliminación de la apreciación acelerada es otra afectación y consiste en que los empresarios ya no podrán deducir los costos de las inversiones de inmediato para evitar pagar impuestos. Ahora volverá el viejo esquema de la depreciación gradual.
Esto quiere decir que si alguien compra un edificio lo podrá depreciar en 10 años y sólo podrá reportar a Hacienda el 10% por año.
La Iniciativa también modifica el artículo 196 del Código Fiscal de la Federación y ahora si el fisco se adjudica la casa de una persona en donde la casa tenga más valor que el adeudo fiscal, no le devolverá hasta después de 2 años el remanente. El problema es que se lo devolverá a valor adjudicación y no de mercado, lo que significa que pagará la mínima cantidad por ella y sin accesorios.
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