Por fin, un Tom Cruise actuando

Barry Seal, Solo en América (American Made)

Por CineMan

A finales de los 70s el piloto comercial Barry Seal (Tom Cruise) es reclutado por la CIA de Estados Unidos para tomar fotografías de campos paramilitares de entrenamiento en Centroamérica. Pero al poco tiempo, esa labor se combina con ser el principal transportador de drogas para los famosos carteles de traficantes colombianos.

También transitó a ser de los principales transportadores de armas para el grupo rebelde Contras en Nicaragua y finalmente terminó ayudando al gobierno de Estados Unidos a evidenciar con fotografías el involucramiento de los Sandinistas, en Nicaragua, en el tráfico internacional de droga.

Esta es una película que ya hemos visto antes, tiene una estructura típica de éxito criminal. Empieza con su vida rutinaria y apretada económicamente, pasa a la novedad de sus primeras actividades criminales, procede a la bonanza y disfrute de sus excesos de riqueza y todo termina en problemas y tragedias. La gran diferencia es su ejecución, porque aunque parece ser una película comercial y dirigida solo a buscar ser un éxito de taquilla, me resultó una experiencia muy completa, llena de energía, buen humor y bien bañada en la ambientación histórica y popular de los 80’s que siempre es grato revivir.

Creo que el director Doug Liman (Bourne Identity, The Wall, Edge of Tomorrow, etc.) tiene un doble acierto, primero al mantener un ritmo rápido, pero no agotante, de avanzar combinando humor y acción con un  poco drama. Y segundo el éxito que fue reclutar a Tom Cruise, mismo que nos actúa un personaje que instantáneamente te agrada, rápidamente te acoplas a su forma  irresponsable, donde su amoralidad es igualada por su insaciable gusto por la aventura y el dinero, todo detrás de su sonrisa cínica y dotes de ingenuo.

Me encantó el detalle de hacer muchas de las escenas con efecto visual “vintage”, tratan de transportarte a un cine en 1984 o verla como si acabaras de sacar esta película del baúl de los recuerdos. 

Me hace pensar en la película de Jeremy Renner, Kill the Messenger del 2014, pero en forma totalmente opuesta, aquella era seria y te dejó reflexionando sobre las victimas por el involucramiento del gobierno de Estados Unidos en el tráfico de drogas, y esta es políticamente burlona y sin mensaje, pero con su guion practico y la interpretación de su personaje principal, te llevas un agrado seguro. 

(Súper Recomendable, Recomendable, Poco Recomendable, Nada Recomendable)

Mi Calificación: Recomendable 

Mi Calificación al cine donde la vi: Cinemax Plaza Minarete = Experiencia Positiva. Todo estuvo bien.