Por dentro y por fuera: Una tijuanense en Turquía

Este año se conmemora el 60 aniversario del voto femenino en México y a propósito de los derechos civiles y políticos de las mujeres me permití  compartir con ustedes una historia de una mujer valiente que habita entre nosotros y que tuvo que adaptarse a una cultura diametralmente opuesta   y durante 60 largos meses descubrir el mundo islámico desde la óptica de la mujer.

Laura Díaz es una mujer que gozó y padeció los radicales cambios en su vida con gran entereza, producto del matrimonio que contrajo con un hombre de origen turco-musulmán que conoció en la vecina ciudad de San Diego, California y que se la llevaría al antiguo Imperio Otomano a realizar una nueva vida bajo las leyes del Corán. Cuando  tuve la oportunidad de platicar con ella, una tijuanense que vivió su sultanato en Turquía por 5 años, su historia me sorprendió y me conmovió por completo, de inmediato le manifesté mi interés por darla a conocer.

Cuando contrastas las formas de pensar teocrático-despóticas de algunos países árabes con la nuestra, es cuando valoramos  los claros avances de equidad de género que se han tenido en México, en donde a pesar del machismo y otros rasgos culturales retrogradas, la vida y lucha de muchas mujeres han permitido la emancipación  de la mujer de ese injusto nivel de inferioridad que durante siglos el hombre opresor  -macho mexicano – había mantenido como status quo.

El primer choque cultural lo vivió cuando al pisar suelo turco se dio cuenta de que como esposa de un musulmán tendría que cubrir su cuerpo completo con un velo, solo dejando al descubierto sus ojos. Pero no fue sino hasta su primer paseo familiar a una de las playas turcas, donde le fue negado por su esposo su derecho de usar traje de baño como cualquier mujer occidental, y sin manifestarlo abiertamente se propuso hacer algo. La historia del retorno de Laura a México había iniciado con ese hecho, sin saberlo. Su inmersión y absorción de los rasgos culturales islámicos  le permiten ver y valorar la vida desde un ángulo y punto de vista muy diferente al de cualquiera de nosotros.

De la cultura y práctica de la religión del Islam aprendió también cosas muy positivas, como la caridad y la paciencia, es menester reconocer en este espacio a Laura Díaz de profesión arquitecta, quien donó para la comunidad de Tijuana, los planos, su tiempo de supervisión y  mano de obra para la construcción del Jardín Árabe que se encuentra actualmente abierto al público en el interior del Parque Morelos. 

Siempre estaré en contra de ese poder arbitrario y absoluto que muchas sociedades otorgan al hombre, principalmente escudados en principios religiosos,  para someter a las mujeres y conservar sus privilegios. Las exigencias de la era moderna han puesto al descubierto la incapacidad del hombre de sobreponerse a la competencia femenina y en muchos aspectos empieza a verse relegado, tal vez en poco tiempo las que tengan que estar luchando por la equidad de género no sean las mujeres, sino los hombres. La sociedad está cambiando.