Por Juan José Alonso Llera
Llevaba mucho tiempo meditando de cuál sería el momento ideal para volver a escribir sobre Venezuela, pero siempre encontraba algo, algún tema más constructivo que hablar de Nicolás Maduro y Aristóbulo Istúriz, su vicepresidente (que con ese nombre ya lleva la penitencia). Ustedes recordarán que hubo un tiempo en el que me enganché golpeando a Chávez, que tenía muy jodido a su país, siendo él un inepto, incapaz, populista, mentiroso y expropiador por excelencia, pero la verdad es que era muy simpático y ocurrente a la hora de decir babosadas.
Su sucesor que acabó siendo una copia pirata de Don Hugo (el Mico-mandante, que no se si descanse en paz), que dicho sea de paso tiene todos los atributos de su mentor, pero sin gracia, ha llevado a los venezolanos a la debacle sin retorno. Ante una serie de circunstancias insostenibles, con el discurso súper gastado y anacrónico del imperialismo al más puro estilo de AMLO (que pudieran ser parientes), con la perdida del control de la Asamblea Nacional, con plantas productivas cerradas, con larguísimas filas para conseguir cualquier cosa (al estilo Cuba), con el pueblo muriéndose de hambre, con el precio del petróleo a la baja, con los ejemplos de Brasil y Guatemala ante la corrupción (toma nota México, aguas EPN) y un largo etcétera de realidades adversas, lo único que le quedaba a esa camarilla de bandidos discípulos del cacique tropical, es declarar un estado de excepción, para victimizar al gobierno y culpar a todos los demás actores de el gran fracaso de la reverenda estupidez que es el socialismo del Siglo XXI.
Este invento Chavista de “gobierno del pueblo” que ha sido un descalabro y que contagió dándoles dinero para ser venerado a países como Bolivia, Ecuador, Cuba y Nicaragua, hoy no tiene manera de salir con Maduro al mando. Sin duda alguna, mientras en Latinoamérica tengamos gobiernos encabezados por iluminados o por rateros, jamás lograremos el desarrollo. De verdad me duele mucho hablar mal de EPN, pero no me da pretextos ni ejemplos para hacer lo contrario, al hablar mal de Enrique, hablamos mal de la institución presidencial, que ha sido devaluada hasta el cansancio y por ende habla muy mal de México aquí y en el mundo, y si me apuran un poco realmente no se habla mal del presidente, solo se dice la verdad dura y pura.
Quiero concluir con un par de frases que me calaron esta semana, la primera es de Pepe Mujica (ex presídete de Uruguay), decía más o menos así: “A los que les gusta el dinero, no se dediquen a la política, dedíquense a hacer empresa, ya que la política esta hecha para servir a la gente”. No necesita explicación y aplica aquí, en Venezuela y en China donde le van a dar pena de muerte a los políticos corruptos.
La otra: “Si los mexicanos fuéramos dinosaurios, votaríamos por el meteorito”. ¡Ay, me dolió mucho!, porque parece que seguimos votando por aquellos que han decidido acabar con todo. Obviamente México no es Venezuela, pero tenemos impunidad, corrupción, pésimos políticos (Veracruz) y una serie de malas experiencias que tienen secuestrado al país.
PD. Hugo Chávez extraño tus tonterías, Maduro y EPN abandonen el barco por favor y Aristóbulo….. Sin palabras.