Nueva propuesta: Aguinaldo de 30 días

Por Héctor Fernando Guerrero Rodríguez

Se dice que la figura del aguinaldo tiene su origen en la cultura celta en la que se referían a un regalo de fin de año. Eventualmente los romanos también hicieron uso de esta práctica que con algunas modificaciones ha prevalecido a través de los siglos en distintos lugares.

En México, es hasta 1970 que se establece formalmente su pago en la Ley Federal de Trabajo en su artículo 87 como un derecho del trabajador, el cual deberá recibir como mínimo antes de cada 20 de diciembre el equivalente a 15 días de salario. Esta prestación ha permanecido sin cambio alguno de hace más de 50 años.

Aunque pudiera pensarse que este es un derecho exclusivo de México, lo cierto es que no es el único país con pago de aguinaldo obligatorio, ya que en Latinoamérica países como Nicaragua, Argentina, Brasil, Chile y Puerto Rico también cuentan con esta prestación, aunque el monto, la forma y el tiempo en el que debe ser pagado varía de un lugar a otro. Fuera de nuestro continente países como Alemania, Suiza, Indonesia, Filipinas, España, Portugal, Italia, China entre otros más, también se tiene establecido este pago. Sin embargo, en la mayoría de los países en el mundo no se lleva a cabo esta gratificación de manera obligatoria, entre ellos Estados Unidos.

Recientemente el diputado Aurelio González del partido de Morena hizo la propuesta -que fue rechazada de inmediato en la Comisión de Trabajo- de incrementar la base del cálculo del aguinaldo a 40 días como mínimo obligatorio. Lo anterior con el argumento de igualarlo a los días que recibe un burócrata.

Posteriormente el presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, Manuel Baldenebro -también morenista- presenta también una propuesta también para incrementar el mínimo de días, pero ahora a 30 días. Lo cual representaría el doble de lo que se percibe actualmente.

Al argumentar esta iniciativa se puso como ejemplo a países como Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala y otros más de nuestra región en los que el pago de aguinaldo ya es de 30 días, reflejando así que en este rubro México está rezagado laboralmente. Por otro lado, también resaltó que no existe un respaldo sólido para que un burócrata reciba 40 días mientras que el trabajador del sector privado sólo 15 días. Esta propuesta cerraría la brecha entre ambos.

De primera instancia es algo benéfico para el trabajador en México, ya que a pesar de que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) en su Programa de Inspección 2023 resalta que el incumplimiento del pago del aguinaldo ocupa el quinto lugar, también es cierto que una gran mayoría de los trabajadores formales sí lo reciben en tiempo y forma, lo cual resulta en un ingreso adicional muy apreciado y que termina por ayudar principalmente con los gastos de temporada decembrina.

El reto complicado de sortear será indiscutiblemente para los patrones que tengan que absorber ahora también este costo. Ya que, entre incrementos constantes y sustanciosos al salario mínimo, aumento al doble en los días de goce de vacaciones y por ende en el monto de la prima vacacional, una posible reducción de la jornada laboral de 48 horas a 40 horas y ahora un potencial incremento al aguinaldo también, son ya varios los conceptos que están encareciendo la operación laboral en nuestro país.

Si bien es cierto que esto significa un proceso de “ponerse al corriente” en términos de prestaciones laborales, esto no ha sucedido de manera gradual y sí como una estrategia más electorera que operativa, la cual ha tomado en algunas ocasiones incluso por sorpresa al sector privado, dejándoles muy poco margen de maniobra desde la perspectiva de una planeación de presupuesto anual.

No es que se esté en contra de las mejoras a las prestaciones laborales, pero la forma en la que se está llevando a cabo, sin tiempos de transición, puede provocar impacto de pérdidas de empleos en la que paradójica e innecesariamente varios trabajadores pudieran salir perjudicados.