Redacción/Infobaja
Tijuana.- El calendario político no debe apresurar la renegociación, porque son temas que tendrán repercusión en la economía del país por los próximos 30 años, opinó Octavio de la Torre de Steffano, presidente de TLC Asociados, sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Por los tiempos políticos de Estados Unidos, hoy 17 de mayo era la fecha límite para aprobar un principio de acuerdo, pero consideró el experto que si no hay resultados en los siguientes días, los trabajos podrían continuar con el actual Tratado en vigor.
El gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Donald J. Trump, no ha querido quitar el freno de mano en las reglas de origen del sector automotriz para que la renegociación avance y concluya, señaló, a pesar de que se tenía previsto que en la primera quincena de mayo se concretara un principio de acuerdo en la renegociación.
Recientemente, la canciller canadiense, Chrystia Freeland, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lightzer, y el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, se reunieron en Washington con el fin de alcanzar un principio de acuerdo, pero no lo lograron.
En dichas reuniones, el equipo negociador mexicano, luego de consultas a la industria automotriz mexicana, propuso un requisito de contenido regional para los autos del 70 por ciento, en respuesta a la demanda estadunidense de elevarlo del 65 al 75 por ciento.
De la Torre de Steffano señaló que México ha mostrado voluntad para llegar a un acuerdo y buscar una solución en este tema; sin embargo, Estados Unidos mantiene una postura inflexible, e insiste en el 75 por ciento con el fin de que las plantas asentadas en México regresen a la Unión Americana.
Experto en materia fiscal, De la Torre de Steffano consideró que si el gobierno mexicano cede completamente esto podría significar un duro golpe para el sector automotriz mexicano y su proveeduría, lo que repercutiría en la pérdida de empleos.
Tras las reuniones ministeriales los equipos técnicos seguirán trabajando mientras se aproxima la fecha crucial del 1 de junio, al cumplirse el plazo que fijó Estados Unidos para exentar a México y Canadá de los aranceles al acero y aluminio.