Por Chema Castro III
La posibilidad de desenmascarar a un espiritista desata una serie de asesinatos que requieren de las habilidades del afamado detective Hercule Poirot en Cacería en Venecia (“A Haunting in Venice”), donde los sobrenatural se pone a prueba.
Es otoño de 1947 y Poirot (Kenneth Branagh) se encuentra en semi retiro en la ciudad italiana, donde su vida se ha convertido en una verdadera rutina y preciada, tanto que requiere de un guarda espalda, Vitale Portfoglio (Riccardo Scamarcio), para mantener ese ritmo calmado, alejado de la gente, y de los misterios.
Y esto se ha mantenido por un año hasta que la autora Ariadne Oliver (Tina Fey) evade su seguridad y lleva a Poirot a una jugosa propuesta: ayudarla a desacreditar a la médium sensación Joyce Reynolds (Michelle Yeoh) en una sesión especial en pleno Halloween en un palacio que todo el poblado dice está maldecido.
Así se pone la mesa para el tercer capítulo de las obras de la autora Agatha Christie que Branagh lleva a la pantalla grande, con un estilo que regresa a forma íntima de Murder on the Orient Express (2017), al ser solamente un pequeño grupo de personas, una docena, los involucrados en la actividad en una sola locación, una gran y agradable diferencia en comparación a la pomposidad de Death On The Nile (2022).
Adaptada de la novela Hallowe’en Party, Michael Green (Blade Runner 2049, Logan) se alía por tercera ocasión con Branagh para un libro de Christie, y se puede decir que es la mejor por ese sabor de horror, la posibilidad de que exista algo “más allá”, le da un toque especial a esta nueva película.
El pretexto para la presencia de Reynolds es que un año antes la conocida soprano Rowena Drake (Kelly Reilly) pierde a su hija Alice en forma extraña, tanto que se cree en la “Venganza de los Niños” del afamado palacio italiano, un orfanato en el cual murieron muchos niños y que ahora cuenta con una oscura carga.
Se reúnen para la sesión espiritista el grupo de sospechosos, junto con Poirot y Oliver, el doctor Leslie Ferrier (Jamie Dornan) y su hijo Leopold (Jude Hill); el exprometido de Alice, Maxime Gerard (Kyle Allen); la ama de llaves Olga Seminoff (Camille Cottin); así como el antes mencionado Portfoglio y los auxiliares de la médium, Desdemona y Nicholas Holland (Emma Laird y Ali Khan).
Llegan más muertes, una espectaculares y otras no tanto, pero el director Branagh siempre nos mantiene desorientados (de buena manera), muy similar a como se encuentra Poirot ya que es un alejamiento, sus habilidades están un poco fuera de práctica, lo cual es un detalle que ayuda a aumentar el suspenso y la duda sobre qué es realidad y qué es chantaje.
El reparto ayuda bastante, es la primera obra de la trilogía que no abusa de actores de moda, por decirlo de una manera, Yeoh demuestra su habilidad con el juguetón papel de la espiritista Reynolds y sus escenas de duelo con el Poirot de Branagh son las mejores, ya que ninguno de los personajes quiere mostrar sus cartas y se nota que los actores disfrutan tanto estar juntos como nosotros en verlos.
A lo mejor la única que desatina es Fey como la autora estadounidense, ya que es una gran comediante, con un timing impecable, pero cuando intenta drama no siempre ha sido acertada, y aquí se nota un poco perdida, y le resta a la obra general, y más porque se nota que quería improvisar algo gracioso, pero no se autorizó.
Al igual que las otras adaptaciones de Christie, el chiste está en seguir la historia, adivinar tanto el quién sigue como el quién fue, y aquí el suspenso se logra mantener hasta el final, con un poco de duda sobrenatural.
A Haunting in Venice
- Tïtulo en español: Cacería en Venecia
- Reparto: Kenneth Branagh, Michelle Yeoh, Tina Fey, Kelly Reilly, Jamie Dornan, Riccardo Scamarcio, Camille Cottin, Jude Hill, Emma Laird, Kyle Allen, Ali Khan.
- Director: Kenneth Branagh
- Guion: Michael Green
- Año: 2023
- Duración: 1:43 hrs.
- Género: Drama, Suspenso
- Calificación: *** (de cinco)
