Por Juan José Alonso LLera
“Guillermo Sheridan ha sido el crítico más certero y demoledor porque sabe escuchar y porque sabe reír. Porque entiende que lo más ostentoso del lopezobradorismo es su carácter ridículo. Yo le doy las gracias. Amén”.
Víctor Trujillo
Hoy muchas mujeres en la política mexicana con actuares verdaderamente estúpidos, tramposos, o corruptos, se escudan en violencia política de género.
El criterio de la violencia política contra las mujeres comprende todas aquellas acciones u omisiones de personas, servidoras o servidores públicos que se dirigen a una mujer por ser mujer, tienen un impacto diferenciado en ellas o les afectan desproporcionadamente, con el objeto o resultado de menoscabar o anular sus derechos político-electorales, incluyendo el ejercicio del cargo.
Sin duda es una ley que trata de igualar condiciones añejas, en un ring que nunca ha sido parejo, pero intentar cubrir un actuar sin ética con estos postulados, resulta una bajeza y realmente hunde más al género.
Todos los partidos tienen “varios y varias” impresentables, hoy solo hablaré de algunas “morenistas”, que últimamente han llevado su ejercicio político al extremo de la sinrazón escudándose en esta jurisprudencia.
La definición de tramposa, mentirosa y corrupta le queda al dedazo a Yasmín Esquivel Mossa, que, sin demeritar sus esfuerzos, fue colocada en la suprema corte por el buen Andrés para ser alfil de la 4T y sacar adelante los desplantes anticonstitucionales de palacio. La jurista y funcionaria mexicana, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación falló en su intento de quedarse con la presidencia de este poder, después de haber sido supuestamente exhibida al haber plagiado su tesis de licenciatura. No es posible que alguien del supremo tribunal tenga ese historial y no posea la dignidad para renunciar y que además después de lograr sacarla de la carrera presidencial de la corte no se actúe hasta las últimas consecuencias. ¡Se debe de ir!
Cuando uno habla de soberbia, estupidez y necesidad, piensa en Carmen Patricia Armendáriz Guerra que siempre con esos aires de superioridad y a la vez de una suprema lambisconería a favor de Andrés, sale a escupir idiotez tras idiotez, argumentando conocimiento y preparación, quedando en un ridículo constante y demeritando el trabajo de muchas mujeres. Su más reciente aportación fue ensalzar la ilegalidad de los espectaculares de #esclaudia, bajo el argumento de ejercer sus derechos ciudadanos, olvidando que es diputada y usó recursos públicos para hacer propaganda a favor de una candidata, que seguramente nunca ganará. ¡Eso espero!
Dejé para el final a la peor de todas, aquí puede caber: corrupta, indolente, títere, desvergonzada e incapaz, claro, me refiero a Claudia Sheinbaum Pardo, la jefa de gobierno en CDMX y corcholata favorita de Andy. Últimamente encampañada, abandonado sus obligaciones en la ciudad, para andar de gira artística promoviendo su cero simpatía e incapacidad por todos los estados de mi país mientras “chilangolandia” se cae a pedazos. Solo el último dato, en más de 50 años de haberse creado el metro ha tenido 4 accidentes fatales, 3 de éstos bajo su tutela. Pero la señora va de ilegalidad tras ilegalidad, demostrando incapacidad, corrupción y cero respeto por la ley.
Valoro muchísimo el trabajo de las mujeres, aplaudo la capacidad de los seres humanos sin importar el género, pero no se vale que trates de disfrazar todas tus miserias con la jurisprudencia de violencia política de género. Simplemente hay veces que solo eres tramposa(o), corrupta(o) y mentirosa(o), sin importar ninguna condición bilógica.