La nueva marca de Rivers

Cuántas veces no hemos visto que Philip Rivers, mariscal de campo de los Cargadores de San Diego, termina con números realmente impresionantes.

No es una ni dos que el pasador es capaz de meter más de 300 yardas en un partido, de hecho en su ilustre carrera suma 35 partidos con esa cantidad de yardas, el domingo pasado implantó una nueva marca de 24 juegos consecutivos en la historia de la franquicia pasando a la zona prometid, marca que se rompió a sí mismo pues sumaba 24.

Expertos en el tema de la estadística y matemáticas, anticipan,  al cabo del primer cuarto de la temporada, que por la manera en que está jugando puede terminar el año con 36 anotaciones y el impresionante número de cuatro intercepciones, números que lo validan como el candidato natural a ser considerado el Jugador Más Valioso de 2014, por encima de Peyton Manning de Denver, Tom Brady de Nueva Inglaterra, Joe Flacco de Baltimore y por qué no?, hasta de Aaron Rodgers de Green Bay.

Emociona ver que el apellido Rivers se roce con los capos de la NFL, pero ellos tienen una pequeña, pero muy pequeña diferencia sobre Rivers: por lo menos una vez ya fueron capaces de darle un anillo de campeón a su equipo.

Rivers al frente de los electrizantes ha hecho casi una tradición ver a un equipo del rayo con marca ganadora y que alcance la postemporada, sólo del 2010 al 2013 en la época obscura del innombrable Norv Turner, no lo hicieron y en el 2013, el que ha sido el peor año estadístico para el pasador de San Diego, fue su primer año con marca perdedora desde que inició la práctica del deporte de las tacleadas.

Es más, nadie olvida cómo en Boston arriesgó toda su carrera jugando sin rodillas, pero de ahí en fuera el jugador es un experto en meter yardas y no validarse como un “clutch player”, aquel que marca la diferencia en juegos cerrados, como aquel de Halloween en Kansas City en el que a menos de dos yardas inexplicable, sorpresiva y dramáticamente se le cayó el balón.

Insisto, emociona ver que el nombre de Rivers aparezca al lado de pasadores que seguramente entronizarán al Salón de la Fama, pero mientras el jugador deje de dedicarse a meter números y se convierta en el jugador líder que haga la diferencia, los del rayo van a seguir quedándose a la orilla.

Por lo mismo soy de la opinión en que ya es tiempo de buscar a un sucesor, desarrollarlo y estar listos para la transición, muy al estilo de lo que hicieron los mismos Chargers con Drew Brees y Rivers , los Empacadores con Rodgers quien sucedió a Brett Favre o el infaltable ejemplo de Steve Young con Joe Montana.

Falta mucho futbol por jugarse y  acorde a los mismos expertos, vaticinan que Chargers pueden tener una seguidilla de triunfos que los coloque 6-1 antes de viajar a Denver en Jueves por la Noche a enfrentar a los Broncos y de una vez por todas dejar en claro que son contendientes.

Claro, si es que Rivers deja de meter números.