La inteligencia verdadera

Por Juan José Alonso LLera

“Un hombre inteligente es aquel que sabe ser tan inteligente como para contratar gente más inteligente que él”.

Cuando yo era niño, el mundo era muy simple: 4 canales de televisión (ya a colores, para que no hagan, uuuuuuu), 4 refrescos, un solo teléfono en casa, mucha amistad, poca tecnología y plomo en la pintura.

Sin duda eras listo o tonto, si tenías un IQ (es una puntuación, resultado de alguna de las pruebas estandarizadas diseñadas para valorar la inteligencia) alto o bajo y se te portabas mal en la escuela iba tu papa a hablar con el maestro y le decía: “Usted dele, y si se porta mal, dele más duro”.

Hoy, por la mitad de las cosas por las que me castigaban o reprendían en mi niñez, ya habrían encarcelado a mi papa, demandado a Mattel y viviría de planta con el psicólogo, en fin, los tiempos cambian y las maneras de actuar desarrollar y entender a las personas también.

Precisamente me quiero centrar en la inteligencia del ser, que antes con el IQ bastaba y hoy es mera referencia.

La teoría de las inteligencias múltiples es un modelo propuesto por Howard Gardner (profesor de Harvard), en el que la inteligencia no es vista como algo unitario que agrupa diferentes capacidades específicas con distinto nivel de generalidad, sino como un conjunto de inteligencias múltiples, distintas y semiindependientes. Gardner define la inteligencia como: “La capacidad mental de resolver problemas y/o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas”.

Hay gente de gran capacidad intelectual pero incapaz de elegir bien a sus amigos; por el contrario, hay gente menos brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios o en su vida privada.

Triunfar en los negocios, o en los deportes, requiere ser inteligente, pero en cada campo se utiliza un tipo de inteligencia distinto. Ni mejor ni peor, pero sí distinto. Dicho de otro modo: Einstein no es más ni menos inteligente que Michael Jordan o Messi, simplemente sus inteligencias pertenecen a campos diferentes.

Por otro lado, y no menos importante, Gardner define la inteligencia como una habilidad. Hasta hace muy poco tiempo la inteligencia se consideraba algo solamente innato. Se nacía inteligente o no, y la educación no podía cambiar esto. Así como hay muchos tipos de problemas que resolver, también hay muchos tipos de inteligencia. El equipo de la Universidad Harvard ha identificado 8 tipos distintos.

  • Inteligencia lingüístico-verbal, habilidades: Hablar y escribir eficazmente.
  • Inteligencia lógica-matemática, apacidades: Para identificar modelos, calcular, formular y verificar hipótesis, utilizar el método científico y los razonamientos inductivo y deductivo.
  • Inteligencia espacial, habilidades: Realizar creaciones visuales y visualizar con precisión.
  • Inteligencia musical, habilidades: Crear y analizar música.
  • Inteligencia corporal kinestésica, habilidades: Utilizar las manos para crear o hacer reparaciones, expresarse a través del cuerpo.
  • Inteligencia intrapersonal, habilidades: Meditar, exhibir disciplina personal, conservar la compostura y dar lo mejor de sí mismo.
  • Inteligencia interpersonal, habilidades: Capacidad para reconocer y responder a los sentimientos y personalidades de los otros.
  • Inteligencia naturalista, todos aplicamos la inteligencia naturalista al reconocer plantas, animales, personas o elementos de nuestro entorno natural. Concluyendo, “Tú puedes enseñar a un pavo a trepar un árbol, pero siempre lo hará mejor un chango”.