Por Maritza Morales
Una marca es como un bebé, imagínate tener un hijo y nunca registrarlo al momento de nacer… ¿Quién sería él en este mundo?
Lo mismo pasa con las marcas, cuando un emprendedor decide abrir un negocio elige cuidadosamente un nombre, diseña su logotipo, desarrolla la identidad corporativa, invierte en publicidad, tiempo y dinero en dar a conocer la marca (posicionamiento), imprime materiales promocionales, desarrolla herramienta de venta como sitio web, redes sociales, etc.
Pero, ¿qué pasa cuando antes de desarrollar todo el proceso adecuado, se omite el paso de la búsqueda de la disponibilidad para el registro de marca?
Hoy decidí escribir sobre esta materia no por el hecho de ser un trending topic ni mucho menos, sin embargo es un tema que se sigue descuidando por las pymes.
Estos últimos días ha sido un tema con clientes que llegan buscando nuestros servicios de marketing. Platicando sobre sus proyectos descubrimos que omitieron el paso previo a invertir en un diseño de logotipo/desarrollo de marca, la búsqueda en el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual de la disponibilidad del nombre para que su marca pudiera ser registrada y protegida. El resultado, la marca en la que ya invirtieron tiempo y dinero no puede ser protegida porque existe otra con el mismo nombre que obtuvo el registro.
Los elementos que registrables para una marca van desde el nombre, logotipo, colores, símbolos, empaques, imágenes, eslogan, sonidos e incluso hasta los olores.
Recordemos que si no registramos una marca, puedo atreverne a decir que no tenemos absolutamente nada. Independientemente de la antigüedad, si no se cuenta con el registro es como si no existiese, sería muy costoso para la empresa tratar de defenderla para continuar con el uso del nombre y logotipo.
Como conclusión de este artículo, les aconsejaría buscar apoyo de los expertos en el área, para desarrollar el proyecto de manera adecuada sin omisiones ni errores, los cuál podría ahorrarles, en el largo plazo, bastante dinero y dolores de cabeza.
