Por Dante Lazcano
Mucho se ha dicho acerca del hecho que los Chargers con esta administración cumplen su cuarto año y están más que obligados a tener un año ganador, por lo menos de ronda divisional, de lo contrario la oficina se convertirá en una extensión de la Plaza México, por aquello de las “corridas” o despidos que se registrarán.
Pues bien, con la agencia libre concluida, el draft ejecutado, el inicio de los entrenamientos individuales a toda marcha y con un reporte de jugadores sanos, la escuadra prácticamente está armada y si las lesiones los respetan, podrían dar una sorpresa, aunque con Jefes de Kansas City y Raiders de Oakland encima, se me antoja que el oeste de la Americana será una pelea a muerte.
Ofensivamente, si bien tendrán de nuevo a un pasador que se dedica a sumar yardas como Philip Rivers, es toda una incógnita cómo responderá un grupo conformado por Melvin Gordon, que no anotó el año pasado, Keenan Allen, que viene de una laceración de riñón, un súper veterano Antonio Gates y una línea ofensiva con Matt Slauson, quien fue una sorpresa que lo dejara ir Chicago.
Defensivamente las incorporaciones de un campeón como Brandon Mebane en el centro de la formación y la selección de Joey Bosa deberán aportar más capturas por la unidad, siendo que el año pasado apenas fueron seis, los apoyadores no tendrán más a Donald Butler pero si Denzel Perryman repite lo hecho en su año de novato y con Melvin Ingram, la unidad se perfila a ser súper dominante.
Las grandes dudas surgen en las esquinas, Brandon Flowers viene a la baja y le quitaron la titularidad con Casey Hayward que viene de Green Bay y la partida de Eric Weddle será cubierta por Dwight Lowery.
Sólo si las lesiones respetan al grupo podrán sobrevivir, pero siendo honestos veo un camino súper complicado para estos Chargers y para el 2017 podríamos ver a un nuevo entrenador.
CABEZA DESCANSO – Gracias Acereros
Para muchos fue un verdadero banquete la película en la que Kevin Costner personifica al gerente general de los Cafés de Cleveland en la que investiga al extremo al que se supone tendría que ser su primer jugador reclutado al grado que no lo toma, en su lugar selecciona a un apoyador.
Les confieso que hubo muchas cosas en las que no estuve de acuerdo acerca de cómo se maneja un gerente general, pero bueno, así es la industria del celuloide.
Lo que sí estuve de acuerdo fue en la manera en cómo se da el proceso de reclutamiento y por lo mismo es que tengo que agradecer que los Acereros de Pittsburgh no supieron el regalito que se llevaron al contratar en la agencia libre con el ala cerrado Ladarius Green.
El jugador perdió por lo menos un cuarto de temporada el año pasado debido a conmociones cerebrales y lesiones, incluso fui testigo de cómo en Noche buena el jugador se quedó en el hospital en Oakland por causas que no han sido aclaradas.
Por lo mismo es que luego del anuncio que hizo el equipo del acero no me queda más que agradecerles pues quien se suponía tuvo que ser el sucesor de Antonio Gates una vez más está lesionado pues le intervinieron un tobillo, es cuando se entiende por qué los electrizantes le dieron dos años de contrato a Gates y en segunda ronda seleccionaron a un ala cerrado.