Homenaje a González Navarro

Por Guadalupe Rivemar Valle

giralunas5@hotmail.com

Qué importante es reconocer el trabajo y la trayectoria de quienes han abierto paso a varias generaciones de artistas nacidos o formados en Tijuana. Más de sesenta óleos del pintor Joel González Navarro, se presentan en el Centro Cultural Tijuana, en una exposición que pretende honrar toda una vida dedicada a la creación. Las obras del maestro se pueden apreciar en lo que es el vestíbulo principal, junto al espacio conocido como el Ágora, ahí están sus cuadros sumando miradas de nuevos públicos o reconociendo luces y sombras, de aquellos que ya antes habían apreciado algunas obras del maestro.

Otro artista visual, acertadamente fue el curador de esta exposición, nos referimos al maestro Roberto Rosique, quien dicho sea de paso, se ha dado a la valiosa tarea de registrar el devenir de las artes plásticas en la región a través de varias publicaciones; Rosique elogió la calidad en las obras de González Navarro y subrayó su importancia como artista pionero en mostrar los avatares del migrante, en esta región fronteriza, donde el peregrinaje de mexicanos rumbo al norte, es cosa de todos los días, de todos los años, cosa de siempre.

Virgilio Muñoz, el director del Cecut también hizo lo propio, con una introducción donde mencionó otras cualidades de este querido artista, que llegó hace muchísimos años a Tijuana, desde la Ciudad de México, como un migrante más en busca de nuevos horizontes: “La riqueza temática en González Navarro nos habla de un artista que no elude compromiso alguno: bodegones, naturaleza muerta, retratos de personalidades, autorretratos, así como obras de corte indigenista, son parte de la propuesta plástica, donde muestra su perfil más intenso que lo vincula plenamente con la tradición de la pintura mexicana de principios de siglo XX y los movimientos de vanguardia. Sobresale con fuerza singular dentro de la temática de su trabajo la frontera, motivo recurrente en su obra, donde la carga de este espacio fragmentado es muy fuerte”.

Un personaje más, no muy dado a aparecer en los escenarios de la vida cultural, fue el Sr. Enrique Gamboa, quien donó una importante pieza de gran formato para su exhibición y resguardo de manera permanente en el Cecut. Tanto el Sr. Gamboa, como otros coleccionistas que prestaron generosamente sus obras para montar esta exposición, estuvieron acompañando al maestro González Navarro en un oportuno y merecido homenaje.

Los óleos del artista realmente reflejan la fragmentación de aquellos hombres y mujeres del campo que se lanzan al éxodo, lejos de sus pueblos de origen; así, tal cual, los presenta González Navarro, como seres que se van desbaratando paso a paso, empujados por la necesidad hacia un destino incierto, a un viaje a veces sin retorno. Vale la pena ver esta pincelada de González Navarro donde en su momento, con obras que datan de hace décadas, nos pintó escenarios que aun siguen vigentes.

*La autora es promotora cultural.