Por Chema Castro III
Para mejorar la vida uno debe intentar cambios, ya sea grandes o chicos, incluso cuando el riesgo es ir a una tierra donde, supuestamente, proliferan los pandilleros y los narcotraficantes, y eso, tristemente, es la premia de la supuesta comedia Welcome al Norte.
Leopoldo “Polito” Canché (Silverio Palacios) vive en el pueblo mágico de Izamal, Yucatán, donde es gerente de sucursal de la empresa de paquetería LPS (Lento Pero Seguro) y, hasta cierto punto, está contento con su tranquila vida.
No tanto su esposa Teófila (Amorita Rasgado), quien añora irse a una gran ciudad, como Cancún, Quintana Roo, algo que no sienta bien con él, ya que cada lugar sugerido lo tiene catalogado como malo, peligroso, ya que “eso dicen”; pese a todo hace el intento al solicitar el cambio a la sucursal del afamado sitio turístico.
Pues no sale como estaba anticipado y Polito tiene que irse dos años a la plaza de Tijuana, la terrorífica ciudad de la perdición, donde sufre del choque cultural en lo que sería una tradicional historia de fish out of water, o sea de pez fuera de agua.
Afortunadamente para Polito, la suerte va con él ya que recorre el país en un dañado vocho y llega a Tijuana con casi ninguna avería sufrida, y al poco tiempo hasta le alcanza para un departamento en el Malecón de Playas de Tijuana, de seguro LPS paga muy bien, ojalá no fuera una empresa ficticia.
Ya en su trabajo, encontramos a cuatro caricaturas, perdón, a cuatro empleados que cubren cuatro aspectos de lo que, según el guionista y director Gustavo Loza, son los tijuanenses: un pocho tipo cholo, Spooky (Ricardo Abarca); una rockabilly, Carol (Isabel Burr); un buchón sin barba, Tambo (Francisco “Paco” Rueda); y Sahuayo (Héctor Jiménez), quien, la verdad, quién sabe a qué rubro representa.
Ellos son el equipo de trabajo de posiblemente la paquetería más vaquetona del país ya que en todo el filme solamente tienen un cliente (a quien no le entregan su paquete), y nunca se ve que entreguen a domicilio, ni en el negocio. Los cuatro siempre están en la oficina o comiendo en Playas de Tijuana.
Al estar en Tijuana, Polito observa que no todo es cómo él creía, especialmente cuando Spooky le explica que “los foráneos en Tijuana lloran dos veces, la primera cuando llegan y la segunda cuando tienen que irse”, o algo así.
El dilema con el filme, a parte de las obvias cuestiones que pudiesen irritar a alguien de Tijuana -como el caso de este autor-, es que se supone debe haber una evolución por parte del personaje principal, reconoce sus errores y, al final, termina como una mejor persona.
Pero eso no lo vemos con Polito, quien dice querer a su familia, pero no desea que estén en Tijuana para que no vayan a arruinar lo bien que se la pasa; además sigue siendo el mismo tipo de jefe a lo largo de la película: flojo, quien se irrita con gran facilidad y se desquita con las primeras personas que se topa en su camino, sean sus compañeros o gente en la calle.
El resto de los personajes tampoco cambia, bueno, con una pequeña excepción, no hay cambios reales, algo decepcionante porque la película dura casi dos horas, y se siente que está eterna porque, pese a ser una supuesta comedia, no hay muchas risas genuinas, sino pequeños detalles de los que la gente de Tijuana puede mofarse.
En fin, Welcome al Norte es un filme que no cumple con lo prometido, de manera alguna, incluso el supuesto objetivo del personaje principal de no creer los estereotipos, ya que la película presenta solamente eso: caricaturas de lo que es la gente de Yucatán y Baja California.
Welcome al Norte
- Reparto: Silverio Palacios, Amorita Rasgado, Ricardo Abarca, Isabel Burr, Raquel Garza, Héctor Jiménez, Paco Rueda, Roberto Sosa, Francisco Rueda.
- Director: Gustavo Loza
- Guion: Gustavo Loza
- Año: 2023
- Duración: 1:53 hrs.
- Género: Comedia
- Calificación: *½ (de cinco)
