Faltan estrategias de atención a migrantes: OSC

 

 

Tijuana.- No se tienen estrategias de atención que garanticen servicios de calidad, seguridad y protección para adultos, niños y adolescentes migrantes, coincidieron en señalar representantes de la sociedad civil Pat Murphy, Oscar Torres y Uriel González, así como la académica de la UNAM, Virginia Ilescas. En tanto, para el Delegado Federal del Instituto Nacional de Migración, Mtro. Rodulfo Figueroa Pacheco, se refirió a la necesidad de empatar acciones con sistemas de vinculación entre los tres niveles de gobierno y la sociedad civil para en reconocer “los talentos” de los migrantes y mejorar sus condiciones de vida.

Lo anterior quedo de manifiesto en la primera mesa de trabajo denominada Políticas públicas de protección al migrante, bajo la moderación del Mtro. Felipe de Jesús Gamboa, Subdirector del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Tijuana, dentro del marco del Seminario Internacional Seguridad y Migración en la Frontera Norte de México: Contexto y Agenda, y que ayer fue clausurado por el Rector de la Universidad de Tijuana CUT, Mtro. Jesús Ruiz Barraza.

 

El padre Oscar Torres, director del Desayunador Saleciano “Padre Chava”, señaló que ante el fenómeno migratorio que se presenta en Tijuana lo que hace falta es mayor compromiso social. Sensibilizar a la comunidad sobre el tema de la migración y de los deportados en Tijuana, ya que las personas poco ocupada de este tema son precisamente los tijuanenses.

“Lo digo no como reclamo ni como reproche, lo digo abiertamente porque curiosamente quienes atendemos las casas de migrantes no somos de Tijuana, y porque entendemos que lo que atendemos son personas”, precisó.

El Desayunador Saleciano ofrece mil 200 alimentos diarios, tiene 100 camas disponibles en su dormitorio y además ofrece servicios de corte de cabello, calzado, ropa, atención psicológica, legal, talleres de manualidades y costura, cartonería, computación e inglés, de danza terapia y circulo de fraternidad. “Es mejor que estas personas estén ocupadas a que estén confinada en la calle”, sostuvo.

Explicó que sólo manteniéndolos ocupados se evita caigan en depresión pues para un deportado es muy fácil caer en las adicciones. Precisó que el 16% de ellos ya consumía algún tipo de droga en Estados Unidos, un 36% ya lo hacía en México pero el 45% comenzó a consumir drogas en Tijuana después de su deportación “por sentirse solo, desesperado y ansioso”.

Oscar Torres señaló que se mantiene una estrecha relación con el Instituto Nacional de Migración parala captación de las personas deportadas, con el propósito de brindarles apoyo e iniciar los trámites necesarios para crearles una identidad pues la mayoría de ellos carecen de documento oficiales. Después los involucran en talleres de estabilización emocional y artística, para acomodarlos en proyectos de mejora de vida.

Esto les ha permitido poner en marcha un programa piloto con jóvenes migrantes interesados en adquirir alguna capacitación, en iniciar con sus estudios de primaria, continuar con los de secundaria y otros de preparatoria. Todo esto con el objetivo de “ayudarles a proyectar un mejor nivel de vida”.

Por otra parte, la Casa del Migrante en Tijuana atiende a 40 personas todos los días que “no son criminales”, aclaro su Director, Pat Murphy, tras precisar que la mayoría de estas personas  dominan el inglés lo que les facilita incorporarse al mercado laboral,  sin embargo, se requieren de más programas que ayuden a brindar atención y apoyo a los deportados que recibe esta ciudad fronteriza.

 

En el último año se cambiaron las políticas de administración de la Casa del Migrante, aun cuando mantienen un reglamento de conducta se han vuelto más flexibles ya que 30 de las personas que residen actualmente en esta institución trabajan horarios nocturnos, a todas ellas se les garantiza hospedaje por un mes. Después de este tiempo, con el apoyo de una fundación internacional, se les pagan 3 meses de renta y se les brinda el mobiliario necesario para que empiecen una nueva etapa.