Extremismos comparados

Por El Recomendador

El arte de contar buenas historias, producirlas, dirigirlas, actuarlas, ambientarlas, de ninguna manera consiste en seleccionar como materia para los relatos lo más torvo que podamos hallar. Considero una aberración el exhibir, por el gusto de hacerlo, toda clase de vicios, desviaciones degeneraciones, crímenes, enfermedades antisociales. Narrar para la audiencia implica elegir valores humanos positivos dejándole al psiquiatra, al sociólogo o al criminólogo la descripción y el estudio de las conductas más negativas. El espectador merece historias que lo edifiquen y no una deshumanizadora exhibición de miserias humanas que, aunque son posibles, no entran en una visión veraz y auténtica de la vida.

Compararé cuatro ejemplos extremos para exhibir lo peor del crimen, con detalles morbosos sin que exista razón que justifique tanto detalle morboso:

1.- Los perros de Berlín es una serie alemana que exhibe las miserias del racismo, de la trata de personas y de las bandas de asesinos y manipuladores del futbol para lucrar con las apuestas. El racismo y la furia homicida llegan al extremo de la locura, de la enfermedad mental. ¿Quién creyera que en la civilizada Alemania estos vicios y crímenes se hallan tan extendidos como se exhibe en esta serie? La degenerada y extrema crueldad parece más bien una manera de atraer espectadores morbosos por medio del sensacionalismo. No está aquí ni la Alemania ni la Europa auténtica en estos torvos y enfermizos relatos.

2.- Islandia es una de las naciones con mayor producto interno bruto y un presupuesto para seguridad social, protección ecológica, servicios médicos, pensiones, etc. Y, sin embargo, la serie Case nos presenta, con minucioso detalle y gran extensión, unas costumbres caracterizadas por abusos sexuales y tráfico y adicción a las drogas, hasta la sublimación del sadismo y de la patología sexual. El relato, paranoico de por sí, llega un momento en que harta al espectador sano que busca una creatividad a la altura del arte.

Contrastes:

Viene ahora la reacción: relatos que manipulan el deseo de matar a los malos: pena de muerte al degenerado que viola menores y asesina a inocentes. Viene, también, la exaltación de los justicieros que tienen que recurrir al homicidio en defensa propia, y ante la ineficacia e inutilidad de las policías, los fiscales, y los jueces (Cualquier semejanza con lo que andamos padeciendo en México, incluidas las sugerencias de linchamiento, es mera casualidad, no deseada por El Recomendador).

3.- La señorita Meadows. Es una simpática película que recomienda una original justiciera. Pero señalamos la reacción de quienes por ver repletas las cárceles e in crecendo la impunidad se pone del lado de la pena de muerte privada. Una profesora es la justiciera de los más malvados de los malvados y baila y mata muy bonito, para regocijo del espectador.

4.-Wanted es la serie australiana que en tercera temporada presenta a Lola y Chelsea, locas con suerte que, en continua huida, y que con algo de gracia evaden a los malvados más malvados, a una policía ineficaz y torpe que no acierta más que a condenarlas como las criminales que no son, por una mala leche digna de desaparecer muy pronto, porque las tontitas en huida constante y acertando golpes en defensa propia, cada día sufren más.