Por Gastón Luken
El gobernador y los alcaldes de B.C señalan que son sujetos de chantaje por parte de Grupo Healy quien a su vez rechaza los señalamientos y argumenta que informar con la verdad no es extorsión.
El desplegado del gobernador y los alcaldes deja claro que no se llegó a un acuerdo en las negociaciones comerciales y que el diálogo político fracasó o no se dio.
Bajo el principio que quien acusa debe aportar elementos de prueba los firmantes no los presentan, por lo menos hasta ahora, respecto a que la información no sea objetiva y a la extorsión que señalan.
Aducen que las mermadas finanzas son la razón para no aceptar la pretensión económica de Grupo Healy. Y si las finanzas estuvieran sanas; ¿Habrían pagado lo que dicen les solicitaron? Más que un tema de dineros es uno de principios y de sanas políticas públicas.
Una revisión a las portadas de FRONTERA, (no páginas interiores o artículos editoriales, estos no atribuibles per se a Grupo Healy), desde que tomó posesión el gobernador Vega, (500 días a la fecha de escribir este texto), arroja que el gobierno estatal y/o el gobernador tuvieron 95 menciones. De esas 28 son positivas; 33 neutrales y 34 negativas. Un dato adicional es que el gobierno del estado pagó 135 anuncios para aparecer en portada.
Por limitantes de espacio no entro en detallar la relación de los ayuntamientos e incluso del Congreso del Estado que este año tiene un presupuesto de 13 millones de pesos para gasto en medios de información. ¿Qué tanto nos tiene que comunicar el Congreso Estatal que requiere tal cantidad de dinero? Mejor sería nos diera la buena noticia que la partida se suprime y que ese dinero se destinará a mejorar nuestras escuelas.
En un acto de transparencia los gobiernos deben hacer público el monto de recursos que pagan a todos los medios. Así la sociedad sería quien pudiera juzgar si son o no aceptables dichos gastos.
La compleja relación entre gobiernos y medios se complica aún más por el dinero que fluye de los primeros a los segundos. Se distorsiona sino es que prostituye dicha relación. La cultura del “chayote” ha sido parte del sistema político mexicano y debe ser desterrada.
Adicionalmente la gran mayoría de los anuncios de los gobiernos no son de ningún beneficio para la gente. ¿Acaso a usted le sirve de algo “Mover a México”, “Que BC nos una”, “Oportunidad es BC” y tantas más que se pagan con nuestro dinero a los medios de información? Los gobiernos pagan con facilidad dinero que con dificultad ganan los contribuyentes. Cientos de millones de pesos que tendrían mejor uso en atender temas como educación, seguridad, salud e infraestructura.
Este diferendo es una excelente oportunidad para que los poderes públicos establezcan criterios objetivos y transparentes para lograr una nueva política de comunicación en la que el gobierno publicite solo lo necesario en beneficio de la gente. Los gobiernos no tienen por qué pagar un solo peso para cobertura noticiosa o imagen. A su vez los medios son los únicos que deben decidir que publican y que no y punto.
La solución está en un diálogo maduro y sensato entre las partes que beneficie a la gente.
¿Quién aguantará más? ¿Gobiernos que son criticados y cuestionados por los medios o medios sin dinero del erario público pero con ríos de tinta o tiempo aire?
*El autor es empresario local, ex diputado federal