BUENOS AIRES – Por primera vez desde que México participa como invitado en el torneo sudamericano, no superó la fase de grupos y se despidió como el único equipo que perdió sus tres encuentros.
Su última actuación fue la más pobre, una derrota 1-0 este martes ante Uruguay en la que el "Tri" simplemente se borró de la cancha en el primer tiempo en el estadio Único de La Plata.
Las cosas no pintaban bien para México desde antes del campeonato.
Por disposición de la Concacaf, la federación mexicana llevó a sus mejores jugadores a la Copa de Oro que ganó en junio en Estados Unidos.
Eso significó que estrellas como Javier "Chicharito" Hernández, Andrés Guardado y Pablo Barrera no pudieron disputar la Copa América, en la que México es invitado de lujo desde 1993 y donde ha sido subcampeón en dos ocasiones.
México también ha sido tercero tres veces, pero esta vez empacó las maletas como último entre los 12 equipos participantes.
En lugar de su selección titular, México trajo a Argentina un grupo Sub-22, reforzado por algunos veteranos y Giovani Dos Santos, la única figura rutilante que venía de brillar en la Copa de Oro, pero que no dio un solo chispazo en el torneo.
Ni siquiera el técnico de la mayor, José Manuel De la Torre, se hizo cargo del plantel, y en su lugar designó a su asistente Luis Fernando Tena.
Para colmo de males, ocho jugadores del equipo Sub-22, en su mayoría titulares, fueron expulsados del grupo días antes del comienzo de la Copa por un acto de indisciplina en Ecuador.
Toda una receta para el fracaso.
"Si hubiésemos venido con la selección mayor y no calificamos (a la segunda ronda) sí hubiese sido algo muy feo, un retroceso", opinó Tena. Agregó que la eliminación de México en las primeras de cambio "era algo que aquí la gente en Sudamérica lo esperaba".
México anotó apenas un gol, un cabezazo de Néstor Araujo en la derrota 2-1 ante Chile en su debut, y de no ser por las intervenciones de su portero Luis Michel —otro de los refuerzos veteranos— se habría llevado en la bolsa más de los cuatro goles que le encajaron.
Giovani se vio apagado, quizás privado de la alegría de poder jugar con su hermano Jonathan que fue uno de los ocho sancionados. Y en largos tramos, la inexperiencia del plantel salió a relucir con faltas a destiempo, pases sin rumbo o definiciones imprecisas.
El mediocampo mexicano fue inexistente y la ofensiva se limitó a lanzar pelotazos a Giovani y Rafael Márquez Lugo, dos llaneros solitarios en el ataque.
"Siempre hablamos que veníamos tratando de dar una sorpresa que lamentablemente no pudimos dar", reconoció Tena.
Difícilmente México sacará conclusiones claras de su actuación en Argentina, más allá que para pelear de tú a tú con los pesos pesados de Sudamérica necesitará contar con sus mejores armas.