Por El Recomendador
Esta serie es de alta calidad. No la había recomendado porque hasta hoy no la había podido ver. Pues recomendarla es algo que se debe posponer. Tal vez el lector asiduo al Canal Once ya la haya visto. Igualmente, si acostumbra bajar las series a su TV a su computadora por el Internet.
Quienes hemos leído desde la infancia a Charles Dickens o asistimos al buen teatro, donde éste se da, podemos encontrar similitudes en esta serie producida con tanto esmero por la BBC. Ya lleva cuatro temporadas (2011-2015) Su creador es Julian Fellowes.
La acción situada en Yorkshire, Inglaterra a partir del año de 1912 parte de la noticia del hundimiento del Titanic y la que se da por muerto al heredero destinado a casarse con la hija mayor de la familia de la condesa que tiene puras hijas mujeres que no pueden heredar el título y están en peligro de perder también la propiedad principal del Castillo de Downton Abbey (en realidad de Highclere.
Se intenta entonces concertar otro matrimonio con el nuevo heredero que es un joven abogado de clase media llamado Matthew (Don Stevens), primo lejano del conde.
El conde Robert Crawley, (Hugh Benneville) y su esposa la condesa Cora Crawley (Elisabeth McGovern) tienen tres hijas que no pueden heredar: Mary (Michelle Dockery), Edith (Laura Carmichael) y Sybill (Jesica Brown-Rindlay). Este vuelco de la fortuna no agrada a los miembros de la familia ni a los criados, en especial a la condesa viuda de Grantham (Maggie Smith), madre de Robert pero con el tiempo van ocurriendo hechos inesperados que dan un vuelco a las vidas. El relatol, aunque ha sido tachado de exhibir las intrigas y contradicciones de una aristocracia en proceso de desaparición, en realidad muestra una fina descripción de caracteres y de sus costumbres en el marco de la muy cruel Primera Guerra Mundial.
¿Qué te ha enseñado la guerra? ¿Qué puede aprenderse del sufrimiento intenso? ¿Es, en realidad insuperable la “lucha de clases” esa que afirma que los seres humanos son irreconciliables si han nacido entre una clase u otra?
La condición humana va respondiendo en la acción a estas preguntas mientras se van relatando los cambios que produce la Primera Guerra e incluso la influenza española en las primeras dos décadas del Siglo XX en Inglaterra y en el mundo. Los caracteres psicológicos de los personajes están tan bien trazados que los comparé con los personajes de Dickens y con los de la buena literatura inglesa, a partir de Shakespeare. La serie no desmerece nunca. Nos va mostrando como el sufrimiento acentúa la nobleza del alma de los que la tienen, aún de los más humildes. Cómo las virtudes humanas dan muchas sorpresas más allá de las divisiones venidas que se hace con las clases y de las diversas fortunas. Destaca la generosidad y la elevación por medio del trabajo humano en cualquier ser humano y lo pone por encima de las malas lecturas de las clases luchando entre sí.