Día de paz

Por Maru Lozano Carbonell

Día internacional de la paz. Se celebra cada 21 de septiembre desde 1982. La cultura de la paz es un movimiento sociopolítico que busca promover valores, actitudes y comportamientos que rechacen la violencia y prevengan los conflictos. La consolidación de una cultura de paz requiere la participación de todos los agentes de la paz, incluyendo a los gobiernos, las organizaciones internacionales, la sociedad civil, los medios de comunicación y la educación. 

La educación es un elemento clave en la promoción de la cultura de la paz y es fundamental para la formación ciudadana y la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

Si tenemos oportunidad de ser cabeza de familia, docentes o líderes en la empresa, promover que nuestra conducta sea lanzada desde el cerebro inteligente y un corazón agradecido, será nuestro cometido. Es que hay que desarmar la violencia para poder construir la idea de vivir en paz.

La maestra y pedagoga española Nélida Zaitegi, experta en la construcción positiva de convivencia en centros educativos, en su video “Educación para la convivencia y resolución de conflictos” de la serie “Aprendemos Juntos” nos invita a reflexionar qué entendemos por convivencia. “Desarrollar el respeto a la dignidad de las personas, o sea, interactuar con otras personas desde el reconocimiento de su dignidad de derechos y de sus deberes, estableciendo relaciones de igualdad y de respeto mutuo, evitando todo tipo de violencia. Si no nos ponemos de acuerdo en lo que entendemos por convivencia, difícil será avanzar porque todos tendríamos metas diferentes. ¡Afinemos la brújula!

¿Qué hacemos con los conflictos? ¿Los metemos debajo de la alfombra y aquí no pasa nada? Es que, si sí ha pasado algo, no perdamos la oportunidad de madurez que trae consigo abordar un problema. Es que hay normas pero… ¿quién pone esas normas? Y ¿las consecuencias? Si has hecho daño, hay que asumirlas. Se empieza por elaborar las normas todos juntos”.

La participación de todos en cada entorno es vital. ¿Cómo eliminamos todo tipo de violencia? La discrepancia es sana pero como decía Gandhi: “Hay que ser muy rudo con los problemas pero delicados con las personas”. Te doy argumentos pero no me meto contigo como persona, lástima que los medios no ayudan mucho en este sentido ¿verdad? ¡Los actos de violencia venden!

Promovamos el pensamiento reflexivo y dejemos de educar con frases hechas, permitamos que las personas que nos rodean piensen y se expresen dentro de los valores. Es que es responsabilidad de toda la sociedad transmitir el código moral que vamos a experimentar. El qué modelamos, cómo lo modelamos y cómo sopesamos es la clave para medirse y empezar a sensibilizarse en pro del hábito y cultura de la paz.

Nadie aprende en un ambiente hostil, nadie aprende en un lugar donde se desconfía de uno, pero si alguien nos da ese chance, ese tiempo y esa oportunidad de oro de brillar poquito, la satisfacción que da ese entorno pacífico traerá consigo resultados extraordinarios. ¿Ventajas? ¡Muchas! Se ayuda a lidiar con el estrés, se previene la depresión, mejora las relaciones intra e interpersonales, refuerza los vínculos y ayuda a sentirnos acompañados.

El cerebro carece de la función del olvido, así que, en la medida de lo posible, grabemos momentos alegres, de justicia y sobre todo, de amor.