Hace quince o veinte años, cuando se seleccionaba a un mariscal en la primera ronda del “draft”, la expectativa de que comenzara a jugar el primer partido de la temporada era mínima.
Los tiempos han cambiado, hoy en día, en una liga obsesionada con el pase, se enchufa al mariscal seleccionado lo más pronto posible. Si no hay un resultado positivo en las primeras dos campañas, lo más probable es que veremos a ese mariscal botando de equipo en equipo hasta que desaparezca. En estos momentos, los Browns de Cleveland se deben hacer la pregunta que se han hecho constantemente desde 1999. ¿Quién va a ser el mariscal principal del equipo? Desde ese año, los Browns han insertado 21 mariscales principales distintos en su rotación.
El 12 de mayo la directiva de Cleveland anunció que partiría relaciones con mariscal veterano Vince Young, al igual Brandon Weeden fue despedido un tiempo atrás, así que por ahora Johnny Manziel competirá por el puesto con Brian Hoyer de 28 años. “Si lo hubiéramos seleccionado en la cuarta posición, o en la número 22 como lo hicimos, de igual forma habrá un competencia entre ellos por la primera posición, y lo digo en serio”, dijo el entrenador de los Browns, Mike Pettine.
Mientras los Browns analizan sus opciones de mariscales entrando a la campaña, la venta de boletos en Cleveland ha incrementado. Se vendieron arriba de 2,000 boletos en una hora cuando este fue seleccionado. Además, la “jersey” del ex mariscal de Texas A&M es la más vendida en la NFL.
Manziel sigue siendo un gran signo de interrogación. Aún no se sabemos cómo el mariscal de 95 kilogramos y metro ochentaicinco de altura, con su estilo desorganizado de juego, se traducirá positivamente a la liga. La NFL no es la conferencia “SEC” de los niveles colegiales.
Todos sabemos que Manziel tiene el don de extender la jugada, corrió para 27 primeras oportunidades más que el resto de sus colegas en dos temporadas. Más puede lanzar desde el bolsillo. “Johnny Football” completó el 73.5% de sus pases desde la bolsa (el mejor en colegio entre mariscales), y no solamente eran pases cortos, promedió casi 10 yardas por intento. A pesar de no ser alto, defensivos le desviaron solamente 12 de 864 pases en la línea de golpeo.
La clave para que Manziel no sea otra de las tantas víctimas de Cleveland será su consistencia. Su consistencia vendrá en su mecánica al lanzar balones desde el centro.
Con los “Aggies”, Manziel se la pasó la mayor parte en formación escopeta, en la NFL debes aprender a sacar el balón de diferentes formaciones. Su error más evidente es el lanzamiento cuando sus pies no están firmes en el pasto, me pregunto si no se desesperará al no encontrar sus lecturas también.
