Por Manuel Alejandro Flores
En una ocasión, platicando con un empresario importante de Tijuana sobre las crisis económicas en México, me comentó que toda crisis representa una oportunidad, que solamente había que ser pertinaz para descubrir las oportunidades que surgen en medio de la crisis.
En ese orden de ideas, la reflexión que quiero puntualizar el día de hoy tiene que ver con la familia, es decir, papá, mamá e hijos, ante los distintos problemas económicos que esta enfrenta a lo largo de la vida y que bien acuña el viejo refrán que dice: “cuando el dinero sale por la puerta, el amor salta por la ventana”. Muchas familias se diluyen cuando no saben sortear las crisis que se presentan. Una de las más duras es la que tiene que ver con la economía familiar, algunos puntos relevantes a tomar en cuenta para salir bien librados tienen que ver con lo siguiente:
- Para fundar una familia hay que entrarle con toda la convicción del mundo, con mucho optimismo y mucha fe pero también con la certeza de que en distintos momentos habrá crisis. No solo económica (muy pocas familias, las más acaudaladas tal vez no la tengan) sino emocional, estructural, de rutina, etc. La complementariedad familiar, es decir, que cada uno de los miembros de la familia aporte sus talentos, es básica para salir de cualquier crisis o problema.
- Un tema importante es saber distinguir entre lo esencial y lo superfluo, me explico: Platón decía que lo esencial para vivir era comer, vestir y un lugar para vivir; también Santo Tomás de Aquino señalaba los mismos elementos y agregaba algo para movernos (vehículo). En cambio, las “necesidades” de hoy en ciertos estratos sociales son muy variadas: celulares, carros de lujo, alimentos de cierta calidad, marcas exclusivas, joyas entre otras. Cuando no sabemos distinguir entre lo que necesitamos y lo que deseamos, podemos entrar en una crisis no solo económica, sino de autoestima: pensar que porque tenemos tal o cual cosa somos más que los demás o nos sentimos mejor separándonos del valor que por el solo hecho de ser personas tenemos.
- Puede pasar que en algún momento la sombra del desempleo toque a una familia. Aunque en principio suena trágico, la creatividad, complementariedad y el ahorro y austeridad familiar pueden ayudar a una mejor integración. Debe verse como una especie de cuaresma, en la que todos se sumen a lograr ahorros en lo que la situación pasa. También es un momento de creatividad en la que ante la situación pueden surgir ideas nuevas que generen recursos para el sustento familiar. El ejemplo de la “vaca” ilustra muy bien una situación como esta, muchas veces nos aferramos a lo poco que tenemos y esto no nos permite ver las oportunidades de desarrollo que hay a nuestro alrededor. (La vaca raquítica que daba leche mínima con la que se sostenía una familia de manera miserable, alguien la mata y todos piensan en nuevas cosas que hacer y se convierten en una familia más próspera). Continuará…