Del Talento Humano y algo más: El Sarcasmo, enemigo de una comunicación efectiva

Una de las armas más eficaces para mermar la comunicación efectiva en un grupo u organización es sin lugar a dudas el sarcasmo, ya que provoca una manera irrespetuosa de hablar y de relacionarse con los demás compañeros.

El sarcasmo es una agresión de tipo verbal, porque está intencionado en menospreciar al receptor y  suele suceder en público, buscando que este a su vez refuerce el comentario hiriente con la risa y una apreciación burlesca. El que escucha un comentario sarcástico hacia un compañero y lo apoya con risa, se convierte definitivamente en un cómplice de la agresión, aunque más allá de una verdadera intención de agredir, se busque no ser blanco de un próximo comentario de la misma naturaleza.

Pero el sarcasmo en sí dentro de una empresa, puede verse más agravado aun cuando el que lo ejerce, lo hace desde una posición de superioridad jerárquica, ya que la misma autoridad que le confiere el puesto, pudiera dejar con un sentimiento de indefensión a la víctima por un temor a perder su fuente de ingresos.

Esto coloca al agresor en un plano de abuso hacia el subordinado en un afán de hacer valer su decisión sin tener los argumentos válidos para convencer.

El rol de un líder actual, es aquel que posee la capacidad para inspirar, influir, desarrollar, delegar, actuar y apoyar, pero jamás intimidar, imponer y agredir por medio del sarcasmo, sino por el contrario, es capaz de reconocer las bondades y virtudes de su grupo.

El sarcasmo es sin lugar a dudas un deseo por parte del que lo utiliza, de afianzar un falso sentido superioridad restando validez a lo expresado por la otra parte.

De ahí que si este tipo de agresión verbal es practicada por un líder, lejos de inspirar y energizar la participación activa de los integrantes del equipo a cargo, la desalienta y provoca la renuncia silenciosa al proyecto, alejando el elemento de la pasión en la búsqueda del objetivo establecido y reduciéndolo a un simple cumplimiento del deber.

Aun cuando hoy en día el sarcasmo esté siendo ensalzado en series televisivas a través de sus personajes, en la vida real está muy alejado de ser cómico y edificante. Es tan grave como querer a la llevar a la realidad la violencia física mostrada en estos medios y creer que no tiene nada de dañino. 

Ante una agresión donde el sarcasmo esté siendo el elemento central, ya sea hecha por alguien de mayor jerarquía o por algún colega, lo recomendable es no mostrar reacción alguna. Esto va a confundir al sarcástico al no obtener lo que buscaba con su comentario y es muy probable que sus agresiones las dirija hacia otro lado.

Pero si la indiferencia no surte efectos, entonces es momento de ser asertivo e indicar con el mayor respeto posible que lo comentado ha sido sarcástico, está fuera de lugar y definitivamente preguntar de manera directa el objetivo de tal comentario.

Es recomendable que las empresas busquen erradicar la práctica del sarcasmo de su ambiente laboral, ya que además de ser un enemigo declarado de una comunicación efectiva, es el arma letal de los que se han quedado sin argumentos.