Caos vial

Por Juan Carlos Ochoa

Un comentario generalizado de la ciudadanía tijuanense es que el tráfico en la ciudad se ha puesto últimamente muy pesado. Es ya común que cuando hacíamos 10 minutos a algún punto en la ciudad ahora hacemos al menos el doble. No soy experto en el tema, pero creo no es una sola la causa del problema sino que es una combinación de situaciones. Una de ellas y la deducción lógica de muchas personas es que ya somos muchos en la ciudad, que seguramente es cierto, Tijuana es de las ciudades con mayor crecimiento del país. Lo que definitivamente no ha crecido es su infraestructura vial, carecemos de un planteamiento estratégico del tránsito vehicular que nos lleve a tener infraestructura adecuada para el tamaño de ciudad que ya somos.

Es un hecho que el crecimiento vehicular crece cada año, ¿pero realmente habrá sido exponencial como para generar el caos vial que ya diario vivimos? No creo que observando las cifras oficiales que indican que por cada persona en la ciudad hay 0.33 autos podamos deducirlo, mas bien tendríamos que voltear a ver a la inmensa cantidad de autos ilegales o chocolates, que según estimaciones de la Canaco son más de 1 millón en la entidad, que mas allá de no contribuir con impuestos para la ciudad, son una bomba de tiempo porque no cuentan con seguro y no es ninguna casualidad que se utilicen para cometer el 85 por ciento de los delitos. Abundan este tipo de carros, así como abunda la total indiferencia de las autoridades por combatir éste problema.

Otro aspecto que afecta más que ayudar es el transporte público, ¿no han estado parados en un semáforo y se dan cuenta que la mayoría de los carros a su alrededor son camionetas de transporte público? Además de ser muchas generan tráfico porque se paran en cualquier lugar para subir pasaje no importándoles el caos que generan. Pero en principio, ¿cuál es la lógica de tener camionetas pequeñas e incómodas cuando se puede utilizar un camión que transporte a las personas en grandes cantidades? Es algo tan evidente, pero ninguna autoridad ha tenido la voluntad de poner en cintura a la mafia del transporte, llevándonos a todos rehenes de su complicidad e ineptitud.

Finalmente un punto que me parece que es muy obvio es que la mayoría de los semáforos no están sincronizados, o más bien sí lo están para que toquen en rojo. Si acaso se va a continuar con esta simulación de orden y autoridad, ¿no se podría al menos trabajar en “eficientar” el tráfico vehicular con los elementos que ya tenemos? ¿Qué tanta inversión se requeriría para organizar los elementos de tránsito con los que contamos? Un desempeño eficiente de los elementos de organización vial ayudaría a lidiar o al menos a aligerar un poco el conflicto que actualmente vive la ciudad y también al menos existiría la posibilidad de que los ciudadanos sintiéramos que la autoridad hace algún esfuerzo por cumplir con su trabajo.