Cada quien tan sólo agua para su molino

Por Héctor Fernando Guerrero Rodríguez

Un distintivo de esta ciudad ha sido durante décadas la impresionante generación de empleos formales provenientes principalmente del sector manufacturero. Es una dinámica que no ha sido distinta salvo algunas excepciones originadas por eventos extraordinarios como la crisis posterior al 11 de septiembre de 2001 o la sucedida al final de la misma década.

Pero lo cierto es que, cuando se habla de vacantes en esta ciudad se habla en miles. Hay quienes llegan a expresar que en Tijuana hay más empleos que gente que quiera trabajar. En parte es correcto, pero también es válido especificar que hay más empleos que gente que quiera trabajar de manera estable.

El candidato de hoy, principalmente del sector manufacturero, pero sin excluir necesariamente a los otros sectores, no solamente busca un salario competitivo, sino también una serie de beneficios adicionales que le proporcionen mucho mayor liquidez, tales como servicio de transporte y comedor auspiciado por la empresa, fondo de ahorro, eventos en fechas especiales, pero también una serie de bonos de atracción, retención y hasta por recomendación por mencionar algunos.

El candidato de hoy ya no sale a buscar empleo, espera que las empresas salgan a buscarlo a su propia casa y lo lleven a la empresa para ser contratado y, durante este proceso se le ofrezca algún alimento o incluso regalo de agradecimiento. Difícil de creer, pero al menos en Tijuana el empleo busca al candidato y no es el candidato el que busca empleo.

Ante este panorama que no parece tener final, las empresas continúan con el reto de atraer más y mejores candidatos y posteriormente retenerlos. Sin embargo, e insistiendo en el tema, la manera que ha prevalecido es la de la instauración de incentivos económicos o en especie tratando de atraer y retener, pero que se ha visto que se está muy lejos de obtener dicho resultado con tal estrategia.

Incluso parecería incentivar a esa nube de gente que en realidad no busca un empleo, sino cómo obtener más bonos por menos esfuerzo. Por lo que en una opinión personal considero que no es que estemos ante un perfil de candidatos inestables laboralmente, sino estamos ante profesionales de capital humano que buscan soluciones de corto plazo para sus propias empresas sin ver del todo el panorama general y cómo somos nosotros mismos los que alimentamos el fenómeno de la rotación de personal.

En otras palabras, es el especialista de capital humano que lejos de ofrecer soluciones, ha fomentado el perfil de inestabilidad.

Voces calificadas indican que habrá una generación importante de empleos para lo que resta del año, entre ellos el director de Empleo Nuevo, Noé Morales, quien afirma serán alrededor de 25 mil las vacantes tan solo en esta ciudad.

Ante tal escenario, el control y eventual reducción rotación de personal debe ser el tema a atender y resolver tanto de autoridades, empresas e indudablemente de organismos empresariales como lo es ARHITAC, de quien se espera un rol de liderazgo y coordinación que beneficie al sector en general y logre mitigarse la dinámica de hoy en día de “cada quien tan sólo agua para su molino”.