Por Dante Lazcano
Les confieso, por cómo se desarrolló el partido de Chargers ante Raiders del domingo pasado, que una vez que se decretó la derrota, pasé alrededor de 10 minutos frente a la pantalla tratando de asimilar lo que había sucedido.
Sí, lo reconozco, todo el año sostuve que mi equipo terminaría con marca de 9-8 y de los Raiders hoy más que nunca me aferró a mi teoría de conspiración que ganarán el Super Bowl, pero lo que más «caló» fue que termináramos eliminados por los mugrosos, pero al final en el futbol americano gana el que hace los puntos, no el que merece ganar y los puntos los hizo Raiders.
Y como ya estamos entrando en el tema del análisis, de arranque no me sumo a la versión que el empate estaba pactado para que ambos equipos avanzaran o aferrarme a cuestionar severamente por qué Brandon Staley pidió un tiempo fuera cuando al partido le restaba, en tiempo extra, poquito más de 30 segundos en una tercera oportunidad.
El cotejo al final fue una repetición de lo que sucedió en todo el año: errores de ejecución así como de concentración, por ejemplo las bolas perdidas de los del rayo fueron las que marcaron la diferencia además que por castigos regalaron, otra vez, más de 100 yardas, además que en el tercer cuarto Staley, fiel a su capricho que ya contagia a la liga, de jugársela en cuarta cuando apenas era el tercer cuarto y dentro de su yarda 20, esa decisión de habérsela jugado al final fue la que sentenció que el equipo terminara eliminado.
El duelo yo lo resumiría a esos momentos.
Al final, de nuevo veremos los playoffs desde casa y seguramente lo que más le duele a todo el grupo es que de los siete equipos calificados a más de la mitad se le derrotó como a Pittsburgh, Cincinnati, Raiders y Kansas lo que habla que ya hay una base de un equipo contendiente y empezar a emocionarnos porque el siguiente año el equipo dará una grata y agradable sorpresa.
Y a otra cosa mariposa, parafraseando al Médico Asesino Jr., luego de un año en que al grupo le faltó profundidad en el roster motivo por el que me atreví a pronosticar un 9-8, para el 2022, desde ahorita, al margen de que no inicia la agencia libre o draft, tengo la certeza que el grupo terminará, por lo menos, en la fase divisional.
¿Y cómo me fue?
Al final, tal y como fue todo el año, la última jornada no fue la excepción en el sentido que se registraran resultados improbables e inesperados como el gane de Jacksonville o Detroit, sin embargo tuve otra semana con resultados positivos ya que terminé con 9-7 lo que arrojó una temporada de 175-96, la cual pudo haber sido mejor.
Y como la temporada 2021 es pasado, vámonos con el torneo de los mejores 14 de la liga en donde me muero con la mía en el sentido que voy con Raiders sobre Bengals, Patriots sobre Bills, Buccaneers sin problemas derrotará a Filadelfia, Dallas en una verdadera encrucijada superará a San Francisco, mientras que Kansas City en casa en el estadio más ruidoso del mundo despachará a unos colados Steelers y en Lunes por la Noche los Rams seguirán demostrando que su proyecto está establecido en Los Ángeles, ya que superarán a Arizona.
Agregando un poco de sal al juego de Raiders y por qué voy con ellos, alguna vez me explicaron que los fracasos constantes de Cincinnati, de esos raros e inexplicables en la liga, en postemporada obedecen a que como están en una ciudad de mercado muy pequeño, si avanzan lejos en playoffs los jugadores pedirán contratos millonarios, contratos que la directiva no podrá pagar así que estaremos pendientes.
Mis dos centavos
No fue chile pero ardió…